El presidente del gobierno central, Pedro Sánchez, ha declarado después de reunirse con el presidente catalán, Quim Torra, en el Palau de la Generalitat que "hoy tiene que empezar el diálogo para el reencuentro" entre el ejecutivo central y el catalán para trabajar para desencallar la actual crisis política que hay en Cataluña. Sánchez ha afirmado que "el gobierno de España propone empezar a retomar los caminos que se separaron" entre las administraciones española y catalana.
Pedro Sánchez ha insistido en que hay que retomar "el camino de la política y dejar atrás el de la judicialización". De hecho, el presidente del gobierno central ha dicho que "el diálogo tiene que partir del reconocimiento del otro", y que "no hay otra vía que no sea la del diálogo dentro de la ley", a pesar de que ha afirmado que "la ley, por sí sola, no basta".
En este contexto, Pedro Sánchez ha denunciado la política que los últimos ejecutivos del PP han hecho desde el Estado para hacer frente al desafío independentista en Cataluña. Sánchez ha afirmado que "el balance de esta última década es lamentable, nadie ha ganado y todos hemos perdido". El jefe del ejecutivo central ha afirmado que hay que cambiar el rumbo de las relaciones entre el Estado y la Generalitat para "buscar el acuerdo y no la división", y ha alertado que habrá sectores que intentarán boicotear el diálogo entre los ejecutivos español y catalán, pero que estos "opuestos al diálogo acabarán sumándose a la vía del diálogo para no quedarse sólos".
El presidente ha anunciado que la primera reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat para tratar temas concretos entre las dos administraciones se hará este mismo mes de febrero y que se quiere proponer él mismo para encabezar la comitiva del gobierno central. Aquí, Sánchez ha asegurado que no habrá la figura del relator o mediador en estas reuniones como pedían desde el gobierno catalán. Sánchez ha afirmado que "el mediador serán los 47 millones de ciudadanos de España".
Sánchez también ha alertado que el diálogo entre el Estado y la Generalitat será "largo, no será fácil, será complejo" y que es un "recorrido que tenemos que hacer paso a paso", destacando que a estas alturas las posiciones del gobierno central y el catalán están muy "alejadas". Sánchez ha defendido que él es "un firme defensor del autogobierno de Cataluña" para dejar claro que no contempla las aspiraciones independentistas del ejecutivo de Quim Torra.
