El presidente de la Crida, Jordi Sánchez, ha lamentado que la Junta de Tratamiento haya rechazado su solicitud de 100.2 para trabajar en la Crida. En un comunicado, Sánchez ha argumentado que la naturaleza sociopolítica dela Crida y la defensa de la independencia que hace la entidad "no puede ser causa de la negativa" para tramitar el permiso. Denuncia que si es así se estaría imponiendo una inhabilitación "extrajudicial" y una condena "complementaria".
Por otro lado, ha acusado el Departamento de Justicia, que lidera la republicana Ester Capilla, de haber hecho "mala praxis" y de haber faltado al respecto a sus derechos por haber comunicado a la prensa antes de que a Sánchez una resolución favorable del 100.2, que finalmente cuando se le comunicó oficialmente se había rechazado.
"Tengo derecho a recibir primero que nadie la comunicación de aquello que me afecta personalmente. Y además, tengo derecho que la información que se difunda desde organismos públicos sobre mi situación sea veraz y evite daños a personas de mi entorno", espeta.
