Pedro Sánchez amenaza implícitamente con un nuevo 155, asegurando que el gobierno español no dudará a responder para garantizar la convivencia y la integridad territorial si el independentismo vuelve a romper el Estatuto y pone en riesgo el autogobierno de Cataluña.
El presidente del gobierno español en funciones ha asistido a la Fiesta de Rosa de los socialistas catalanes, en Gavà. En el pistoletazo de salida de la precampaña de las elecciones del 10N, Sánchez asegura que actuará con "firmeza serena" contra el independentismo.
Sánchez, que se ha presentado como garante de la estabilidad y la salida progresista al bloqueo político de cara a las elecciones del 10N, ha negado el diálogo con Cataluña si no se cumple la ley y ha insistido que el independentismo tiene que reconocer que la vía unilateral y su proyecto político han fracasado.
El presidente del gobierno español en funciones ha vuelto a interpelar al gobierno de la Generalitat para que condene el uso de la violencia. Critica que el independentismo "dé lecciones de democracia" y que, en cambio JxCat y ERC "no condenen la violencia", a raíz de los encarcelamientos de la operación Judas.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, también ha condenado la supuesta violencia de quien ha calificado de "cuatro gamberros". La candidata del PSC el 10N, Meritxell Batet, ha reclamado "combatir la fatiga de la izquierda" en las elecciones españolas porque "persiste" el peligro que sume la derecha y que el independentismo "continúe engañando a la gente".
El día siguiente que la CUP haya decidido concurrir a las elecciones españolas por primera vez, Sánchez ha afirmado que sorprende que "aquellos que quieren irse de España, se pongan a la cola para presentarse a las elecciones".
Por otro lado, el presidente de la Generalitat Quim Torra ha recordado que el independentismo siempre ha sido pacífico y ha respondido a Pedro Sánchez que no se puede condenar aquello que no existe. Torra cree que la unionismo está "intentando construir un relato falso a cualquier precio".
