La renuncia a la unilateralidad y la predisposición, más o menos disimulada, a facilitar la investidura de Pedro Sánchez, incomoda cada vez más a un sector de Esquerra Republicana. Si a esto añadimos que, a pesar de ganar las elecciones, la formación republicana perdió dos diputados el 10-N, llegamos a la conclusión que el malestar cada vez es más pronunciado. El portavoz y último candidato de ERC al Congreso, Gabriel Rufián, se lleva buena parte de las críticas.
Las mismas bases que hasta hace poco le reían las gracias al joven independiente que se sumaba al proyecto republicano proveniente de Súmate, una entidad de castellanohablantes independentistas, ahora lo cuestionan. Mientras los resultados fueron positivos y su aportación sumaba diputados, las bases aplaudían. Pero últimamente, su cambio radical de discurso, las salidas de tono y el empecinamiento a colaborar con el PSOE lo han puesto en la diana. No obstante, de momento Rufián cuenta con la protección de la dirección de ERC y, sobre todo, de Oriol Junqueras.
Antes de las elecciones, militantes descontentos con el nuevo perfil de Rufián se organizaron bajo el Colectivo Primer d'Octubre. Una plataforma que pretende recuperar el rumbo más radical de Esquerra y mira de arrinconar aquellas figuras que, como Rufián, se han apartado del sendero que ellos consideran acertado.
Como carta de presentación, el Colectivo Primer d'Octubre insta la cúpula del partido a recuperar la vía unilateral y a considerar el referéndum del 1 de octubre de 2017 como el "momento fundacional de la república". "La actual dirección de ERC ha venido incumpliendo los mandatos más importantes hechos por la ciudadanía y la militancia; no ha implementado la república catalana ni ha tomado ninguna acción para hacerlo, incumpliendo así la voluntad expresada en el referéndum del 1 de octubre que mostró un mandato inequívoco en este sentido", esgrimen.
Los "críticos", como los denomina la dirección del partido, se opusieron en su día a la investidura de Sánchez, finalmente fallida gracias a los votos contrarios de Unidas Podemos, y criticaron la abstención liderada por Rufián. Esta vez han conseguido forzar una consulta entre las bases para decidir la posición (25 de noviembre).
La condición de preso de Junqueras hace que el objeto de las críticas sea Rufián. El portavoz de los críticos, Xavier Martínez Gil, ha llegado a tildarlo de "titiritero" y ha asegurado en más de una ocasión que hay independentistas que "lo enviarían todo a rodar" cuando escuchan sus discursos o "los de Joan Tardà".
