Varias entidades y organismos públicos como el Consejo Municipal de Inmigración de Barcelona coinciden en pedir que se regularice la situación de las personas inmigradas 'sin papeles' y que se les conceda autorizaciones de residencia y trabajo ante la crisis social causada por la pandemia de la Covid-19. Entre las entidades que subscriben esta reivindicación está la plataforma Obrim Fronteres, que ha recogido el apoyo de cerca de quinientos colectivos y más de mil firmas personales. La Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado, en el comunicado en que plantea la regularización urgente de estas personas señala que "en el contexto actual de emergencia sanitaria mundial provocada por la Covid-19 es fundamental que se garanticen los derechos de todas las personas que se encuentran en territorio español, con atención especial a las más vulnerables, como son las migradas en situación administrativa irregular y las personas solicitantes de asilo que esperan hace ya mucho tiempo la resolución de su solicitud".
El gobierno español aprobó el pasado 7 de abril un decreto que facilita la contratación temporal de personas migrantes para paliar la carencia de temporeros en el campo de cara a la campaña de recogida de la fruta. Se calcula que en el conjunto del Estado se necesitarán entre 75.000 y 80.000 personas para esta campaña y el gobierno ha anunciado que facilitará que los jóvenes migrantes de entre 18 y 21 años obtengan permisos de trabajo para incorporarse a ella. Las entidades que reclaman que se concedan permisos de residencia y trabajo generalizados a los inmigrantes en situación irregular consideran que esta iniciativa sólo afectará a un número limitado de personas y por un periodo de tiempo muy limitado.
El Consejo Municipal de Inmigración de Barcelona, que ha iniciado también una campaña de adhesiones a su propuesta, recuerda que "muchas personas inmigrantes están trabajando en tareas esenciales sanitarias o de cuidados, a menudo sin protección suficiente, tanto en hospitales como trabajadoras del hogar a quien no se reconoce el trabajo esencial de cuidado de personas ancianas o vulnerables, o en residencias de ancianos, en tareas de limpieza, de transporte o de seguridad". Estas tareas son vitales en la primera línea de combate contra la Covid-19.
