Theresa May continuará al frente del gobierno británico. La primera ministra ha superado la moción de confianza que los laboristas presentaron ayer contra ella después de la derrota histórica con el acuerdo del Brexit. La votación ha sido ajustada: 325 diputados le han apoyado y 306 han hecho saber que no confían en ella.
Además de la oposición laborista, han apoyado la "moción de no confianza" los liberales demócratas y el Partido Nacional Escocés, entre otros.
Ahora, May iniciará contactos con los partidos con la intención de renegociar el acuerdo con la UE, una opción a la cual Bruselas se ha opuesto.
La dirigente conservadora quiere abrir conversaciones esta misma noche, pero los partidos ya le han puesto condiciones. Para algunos, hace falta que encima la mesa haya la opción de un segundo referéndum. Para otros, como los laboristas o los liberales demócratas, es esencial que May se comprometa a no sacar adelante un Brexit sin acuerdo.
El jefe de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, se ha referido al ejecutivo de May como un "gobierno zombie" y ha afirmado que quiere asumir el poder y renegociar el acuerdo del Brexit.
Aún así, algunas voces defienden que se convoque un segundo referéndum. Es el caso de la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon.
Esta opción también la defienden parte de los diputados laboristas, que consideran que no es realista la línea mantenida por el líder del partido, Jeremy Corbyn, de renegociar con la Unión el acuerdo de salida. Estos diputados insisten que el país afronta un momento de crisis nacional y aseguran que muchos ciudadanos han cambiado de opinión, respecto al que votaron hace dos años.
