El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha cargado contra la sentencia del Tribunal de Cuentas, y contra su redactora, la juez Margarita Mariscal de Gante, que le obliga a él y a los ex consejeros Irene Rigau, Joana Ortega y Francesc Homs a pagar una cifra que superará los 5,2 millones de euros por la organización de la consulta del 9-N.
El exdirigente ha bautizado el tribunal como "Tribunal de Ajuste de Cuentas" para evidenciar que la decisión conocida este lunes no es más que "una venganza" que "busca castigarnos".
Además, sobre la jueza que firmaba la sentencia ha recordado su pasado como ministra de Justicia en el primer Gobierno de José María Aznar y le ha reprochado que haya "forzado hasta las últimas costuras el Estado de derecho" para redactar una sentencia que "tenía pensada" por adelantado.
Mas ha comparecido en rueda de prensa acompañado de los ex consejeros para expresar su indignación con la sentencia dictada este lunes por el tribunal en relación a la malversación en que habrían incurrido con la organización de la consulta del 2014.
Ha expresado su agradecimiento a los partidos y a las entidades civiles que han emprendido campañas e iniciativas de apoyo, como ANC y Òmnium, que ya han vuelto a activar las llamadas cajas de solidaridad.
Ha cargado contra el tribunal que lo ha condenado, del cual ha lamentado que "van a saco contra las personas que fuimos responsables de la organización de la consulta". Aún así, ha asegurado que asumen la condena con firmeza y con serenidad, pero no con resignación", y por eso recorrerán.
