‘La Vanguardia’ le hace la campaña a Trias

Con la técnica de la 'lluvia fina', el diario de los Godó alaba al Ayuntamiento y esconde la cara menos amable de una ciudad donde proliferan las injusticias y las desigualdades sociales
Xavier Trias
Xavier Trias

Cada día, La Vanguardia incluye un cuadernillo central de 16 páginas, hasta hace poco diferenciado del resto del periódico por el color salmón del papel y ahora identificable sólo por una cinta de este color y la cabecera «Vivir». Esta sección incluye en su doble página central (Gente) información de famosos, lujo, moda, estilo, también dos páginas de pasatiempos, dos más de programación televisiva y una sección dedicada al tiempo.

Pero lo más significativo de «Vivir» son, está claro, sus primeras páginas que, en forma de miscelánea, se hacen eco de cuestiones de actualidad. No están sujetas a temáticas o territorios concretos, aunque se refieren sobre todo a asuntos de sociedad y de ámbito catalán, incluidos los sucesos.

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Y en este contexto es donde se publican las noticias sobre Barcelona -la primera página del cuadernillo se erige en una «portada bis» del diario por la relevancia de sus titulares- y donde se genera el espacio de interacción entre la Barcelona concebida y ejecutada por Xavier Trias (su partido, su equipo de gobierno, sus aliados y cómplices) y los lectores, donde «Vivir» desarrolla su relato barcelonés.

Lluvia de elogios
En el marco de este relato aparecen dos campos diferenciados, pero entrelazados y retroalimentados. Uno de ellos se construye con noticias sobre Barcelona, no directamente referidas a actuaciones del Ayuntamiento pero que refuerzan o nutren su discurso, casi siempre destacando la relevancia de la capital catalana. «Barcelona anticipa el futuro de las ciudades», «Barcelona mantiene su prestigio», «Barcelona exporta su urbanismo», son algunos de los titulares que ilustran esta construcción de la imagen.

Sin embargo, no es este el núcleo duro de la narrativa de «Vivir». La Casa Grande, sus realizaciones, sus proyectos, sus obras (en sentido literal) son la materia primera del fresco de la Barcelona de Trias. En él, lucen espléndidas las reformas urbanas en curso, que conciernen a vías principales del centro o que aspiran a nuevas centralidades, como es el caso de la reforma de Glorias.

«Las Glorias ya se ven», «La nueva Diagonal va tomando forma», «La Diagonal será un gran parque cada domingo», «Las reformas urbanísticas revalorizan calles principales» y «El uso ciudadano de la Diagonal y el paseo de Gràcia costará 12.000 euros cada domingo» son algunos de los titulares de estas noticias, en las que se cita frecuentemente a Antoni Vives, el regidor de Urbanismo. En las informaciones sobre la Diagonal, se utiliza como baremo del éxito del proyecto el incremento de la demanda de ocupación de locales comerciales.

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