Si bien los socios de Gobierno en la Generalitat habían pactado tácitamente no hacerse daño en las grandes ciudades, el pacto de no-agresión no ha funcionado en uno de los bastiones históricos del mundo convergente. En Sant Cugat, donde han gobernado ininterrumpidamente durante 32 años, ERC se ha alienado con el PSC y la CUP para conseguir la alcaldía y relevar JxCat. Un golpe que no ha caído nada bien a los de Carles Puigdemont y que podría hacer saltar por los aires la débil unidad independentista.
La tortilla se gira en otros ayuntamientos como es el caso de Santa Coloma de Farners. Junts per Catalunya, Independientes de la Selva (ISC-IdS) y el PSC cerraron el viernes un acuerdo para sacar de la alcaldía a Joan Martí, candidato de ERC y ganador de las elecciones municipales el pasado 26-M.
Estos y otros pactos han creado malestar entre los socios independentistas. Otro de los pactos que no ha gustado a JxCat ha sido el de Figueras donde republicanos y socialistas también se ha puesto de acuerdo en detrimento de los posconvergentes. Un pacto que no gustaba nada al portavoz de JxCat en el Parlamento, Albert Batet, que criticó que ERC se aliara con el PSC "justo la semana que acaba el juicio".
Otras localidades en qué republicanos y socialistas han llegado a acuerdos son: en la provincia de Barcelona, Caldes d'Estrac, Sant Vicenç de Castellet y Castelldefels; en Tarragona, Altafulla, Vilallonga del Camp, La Selva del Camp; en Lleida, Tàrrega y Oliana; y en Girona, aparte de Figueras, Lançà y Platja d'Aro
Por su parte, JxCat ha pactado con el PSC en municipios como Calella, Malgrat de Mar, Premià de Mar, Vilafranca del Penedès, Llorenç del Penedès, Tordera, Dosrius, Subirats, la Granada y Castellví de Rosanes, entre otros.
