La Sindicatura de Cuentas de Cataluña ha concluido en su informe sobre la Institución de las Letras Catalanas (ILC) que este organismo del Departamento de Cultura de la Generalitat fraccionó contratos durante el periodo 2016-2018, cuando su directora era Laura Borràs.
El órgano que fiscaliza las cuentas públicas catalanas considera acreditado el incumplimiento de la legislación en materia de contratación del sector público, puesto que se otorgaron "varios contratos menores por importes acumulados superiores al máximo permitido para el contrato menor". En concreto, la Sindicatura señala una "reiteración en el objeto de los contratos" en cinco casos, a partir de la cual concluye que el fraccionamiento existió.
El perceptor de dos de estas adjudicaciones, por importes de 11.850 euros y 16.050 euros, tiene las iniciales I.H.F., las mismas que Isaías Herrero, a quien una investigación judicial considera favorecido por las presuntas adjudicaciones irregulares de la ILC durante la etapa de Borràs. La condición de aforada de Borràs, diputada de JxCat en el Congreso, llevó el caso al Tribunal Supremo.
La ILC alega que los dos contratos adjudicados a I.H.F., que se encuentran bajo la lupa del Supremo, corresponden a dos páginas web diferentes y que la ley no impide repetir proveedor para dos objetos contractuales en diferentes ejercicios presupuestarios ni en objetos contractuales recurrentes pero en diferentes ejercicios presupuestarios.
Borràs, que dejó la ILC en 2018, cuando fue nombrada consejera de Cultura, defiende que es inocente y que sufre una persecución política. Un intercambio de correos electrónicos entre Borràs y Herrero incluido en la causa, sin embargo, pone de manifiesto que la diputada facilitaba indicaciones al informático para que recibiera un contrato. Herrero, en una conversación con un socio que también trascendió, afirmó que facturaba "trapis" con Borràs.
