La moleskine y la incineradora

La Guardia Civil y la Policía Nacional acumulan nuevas pruebas contra los líderes secesionistas
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Moleskine es una marca de culto en productos de papelería. Gracias a un imaginativo marketing, los creadores italianos de esta gama de libretas de calidad, creada hace sólo 20 años, hicieron creer que sus productos eran los mismos que habían usado para dibujar o para escribir grandes artistas consagrados como Van Gogh, Picasso o Hemingway. La propaganda coló y el éxito internacional de Moleskine -que fabrica sus libretas en China- ha hecho de oro sus ingeniosos creadores, que en 2006 vendieron el negocio al banco Société Générale.

Tener una libreta Moleskine es un signo de distinción cool. El ex-secretario general del departamento de Economía y Hacienda de la Generalitat, Josep Maria Jové, usaba un cuaderno de esta marca italiana para anotar las estrategias, las reuniones, las dudas y las reflexiones sobre el proceso independentista. Este profesor de la UB, presidente del consejo nacional de ERC, es un hombre de la máxima confianza de Oriol Junqueras, que lo colocó como su mano derecha en la Vicepresidencia y le confió la arquitectura de la organización del referéndum del 1-O.

Josep Maria Jové estaba en la yema del huevo de la colosal operación para conseguir la independencia de Cataluña y proclamar la República. Pero cometió dos errores garrafales, impropios de una persona inteligente cómo él: llenar la moleskine con un montón de detalles comprometidos y de nombres propios de personas implicadas en este complot secesionista y guardar la libreta en su domicilio particular de Corró d’Avall, en vez de esconderla en casa de un conocido o de un pariente.

El cuaderno, de tapas negras, contiene notas datadas desde el mes de febrero del 2015 hasta noviembre del 2016. Es decir, recoge las interioridades de las negociaciones para la creación de la candidatura de Junts pel Sí, el proceso posterior al 27-S -que desembocó en el paso al lado de Artur Mas-, la formación del gobierno, la aprobación de los presupuestos y la moción de confianza, cuando Carles Puigdemont prometió «referéndum o referéndum«.

La moleskine fue confiscada por la Guardia Civil, el pasado 20 de septiembre, en el domicilio de Josep Maria Jové, junto con el documento EnfoCATs -una precisa hoja de ruta para lograr la independencia-, y han sido incorporados al sumario de la Operación Anubis que instruye el juzgado n. 13 de Barcelona. Los investigadores de la Guardia Civil están sacando petróleo de este material y están generando informes judicializados que servirán para ampliar el número de imputados en el sumario y agravar las acusaciones penales contra la cúpula del proceso soberanista.

LA BRIGADA POLÍTICA 

Otro material altamente «sensible» son las cajas de documentación que la Policía Nacional intervino, el pasado 26 de octubre, en una furgoneta de los Mossos d’Esquadra, cuando iban a destruirlas a la incineradora Tersa de Sant Adrià de Besòs. Este caso lo lleva la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela y afecta, de manera directa, al ex-mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, que ha sido cesado del cargo.

En estas cajas, según ha trascendido, hay documentos sobre la operativa de la UCRO, la temible brigada de operaciones secretas de los Mossos d’Esquadra. También constan informes de la agencia Método 3 y datos sobre las cuentas de la familia Pujol en Andorra. Además, hay pruebas que los Mossos habían hecho seguimientos de políticos y líderes antiindependentistas.

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