JxCat y ERC deciden mantener la agonía del ‘Govern’

Las dos formaciones independentistas no prevén un adelanto exprés de las elecciones autonómicas y unifican los ataques a la justicia
Pere Aragonés y Quim Torra

Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) han decidido alargar una legislatura catalana agotada y mantener con respiración asistida un ejecutivo muy tocado por las constantes diferencias irreconciliables entre los dos socios. Las dos formaciones independentistas buscan ahora pactar la manera de gestionar las divergencias dentro del gobierno de coalición y difuminan la imminència de un adelanto electoral, tal como reclaman la oposición y los agentes sociales, como por ejemplo los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO. Así pues, si no hay ningún imponderable judicial, los postconvergentes y los republicanos no prevén un adelanto exprés de los comicios autonómicos.

La incertidumbre en la política española, las decisiones del Tribunal Supremo sobre la inhabilitación del presidente, Quim Torra, y la decisión de Carles Puigdemont de apostar para ganar protagonismo mediático en el Europarlamento son algunas de las claves que marcarán el calendario electoral inmediato.
Fuentes de JxCat y de ERC reconocen que la convocatoria de nuevos comicios, antes de agotar la actual legislatura catalana, ya ha sido debatida dentro del gobierno. El análisis de los posibles escenarios electorales se empezó a hacer, incluso, antes de la inhabilitación exprés de Quim Torra como diputado, decidida por la Junta Electoral Central (JEC).

Esquerra apostaba por un adelanto, pero ahora teme que una precipitación electoral en Cataluña le impida rentabilizar electoralmente su abstención en la investidura de Pedro Sánchez. Junts per Catalunya, que dispone del "botón rojo" de la convocatoria, no tiene claro su candidato o candidata, y la carta Puigdemont ya no se puede jugar a corto plazo.

El inquilino de Waterloo ha dejado clara su voluntad de centrarse en su escaño europeo. Puigdemont ya ha notificado su baja como diputado catalán, porque es incompatible con el acta de eurodiputado. Esta decisión le aleja de las instituciones catalanas e impide un intento de investidura telemática y un regreso a corto plazo a la arena política a Catluña. Unas alternativas que esgrimían los fieles al expresidente, como por ejemplo el vicepresidente del Parlament, Josep Costa.

Fuentes del entorno de Puigdemont en Waterloo explican que el objetivo del expresidente durante los meses próximos es seguir eludiendo la justicia española y convertir la cámara europea en un "altavoz" de la causa independentista. Además, la opción europarlamentaria también le reportará una mejora económica sustancial respecto al sueldo que ha cobrado hasta ahora como diputado en el Parlamento de Cataluña. Puigdemont puede obtener como mínimo cada mes unos 3.000 euros más con el escaño en el Europarlamento que con el escaño en la cámara catalana.

Por lo tanto, JxCat considera que ahora no es el momento de presionar a Esquerra con unas elecciones anticipadas, a pesar de que no los ha gustado el pacto de los republicanos con el PSOE. Según dirigentes postconvergentes, esta carencia de "cebo electoral" no les deja en una buena posición para afrontar en estos momentos unas autonómicas. Por su parte, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, ya han desplegado toda la estrategia jurídica posible para dilatar la inhabilitación del jefe del ejecutivo catalán.

De hecho, las reacciones políticas contra las decisiones judiciales han ofrecido una imagen unitaria del independentismo que hacía tiempo que se había perdido. Una estrategia impregnada de declaraciones envalentonadas de desobediencia, pero enmarcada dentro del ordenamiento jurídico. En la competición para conquistar la hegemonía del sobiranismo ninguno de los aspirantes quiere dar un paso en falso que pueda comprometer su estrategia.

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