En 2013, el entonces consejero de la Presidencia, Francesc Homs, contrató los servicios de Independent Diplomat (ID), una organización que asesora a grupos políticos sobre la creación de nuevos estados y trabaja por la vía diplomática por su reconocimiento internacional, que se define como consultora «sin ánimo de lucro» financiada con donaciones de fundaciones e individuos.
En el año 2014, este lobby se embolsó, gracias a la Generalitat, 720.000 euros públicos por trabajar en la internacionalización del proceso soberanista.
A pesar de que la relación contractual entre Catalunya e ID todavía existe, según algunos medios catalanes, este lobby no da la cara por la independencia ni siquiera durante la campaña del 27-S: ni en Facebook, ni en Twitter, ni en su web. Ni una muestra pública de apoyo. Según publicó recientemente El Periódico, ID opera en un segundo plano.
En cambio, sí que da la cara por los tamiles de Sri Lanka y los combatientes sirios enfrentados al régimen de Bashar al-Asad. Entre las causas que defiende también están las de Somaliland y el Kurdistán.
Cómo publicó El País, el fundador de ID, Carne Ross, remite a Homs cuando le piden que concrete el servicio que ofrece su organización en el Gobierno de la Generalitat.