El ex-presidente de la Generalitat Jordi Pujol ha reaparecido reivindicando su legado este lunes en un acto público convocado por la agrupación Els Amics de Jordi Pujol (Los amigos de Jordi Pujol). La síntesis del balance realizado por el ex-presidente catalán y ex-líder de Convergència ha sido: «Hemos dejado huellas muy buenas para Cataluña, pero alguna no ha sido adecuada».
Ha destacado en positivo, por ejemplo, los Mossos d’Esquadra, la escuela catalana, la defensa de la lengua catalana y la sanidad. También ha manifestado, eso sí, que se siente personalmente «insatisfecho y dolido» con él mismo, pero no con el país. Este ha sido el primer homenaje público que recibe desde que, en julio de 2014, confesó que había tenido dinero escondido en el extranjero.
Pujol, asimismo, ha reivindicado, aparentemente en referencia al proceso, el valor del autogobierno cuando ha manifestado que hay que «reseguir» las «huellas de libertad» o, si no, «el viento se las llevará».
El acto ha repasado la trayectoria del ex-presidente, incluidos los años anteriores a su llegada a la Generalitat, y los ponentes, entre ellos el historiador y presidente del Ateneo Barcelonés, Jordi Casassas, lo han enaltecido, describiéndolo como un «estadista» con «una notable pulsión europeísta» y responsable de una «gran obra de gobierno».
El ex-secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno catalán y presidente de la fundación de Pimec, Joaquim Llimona, ha descrito este encuentro como «un acto de justicia» y defiende que tienen haber más. El 30 de mayo está prevista que Pujol intervenga en un diálogo en el Ateneo Barcelonés con la ex-consejera Irene Rigau. Sólo el historiador Josep Maria Roig Rosich ha hecho mención de los escándalos judiciales que afectan a CDC a o Pujol, pero ha rechazado que «errores personales» ensombrezcan la obra política.
Entre los 300 asistentes había la esposa del ex-presidente, Marta Ferrusola, y cuatro de sus siete hijos, Josep, Pere, Mireia y Oleguer. También han comparecido en la sala de actos de la Institución Cultural CIC los ex-presidentes del Parlamento de Cataluña Núria de Gispert (que fue consejera de Pujol) y Joan Rigol, el ex-alcalde de Barcelona Xavier Trias (también ex-consejero pujolista), el diputado del PDECAt en el Congreso Carles Campuzano, los ex-consejeros Joan Guitart, Joan Vallvé, Pere Macias, Carme-Laura Gil, Ignasi Ferreras y Lluís Recoder, el empresario Carles Vilarrubí y la abogada Magda Oranich.
No estaba, en cambio, Artur Mas, el sucesor de Pujol al frente de CDC, que ha dedicado unas líneas al ex-presidente expresándole apoyo «en estos momentos de dificultad personal», leídas por el ex-alto cargo pujolista Carles Duarte.
