El independentismo se rompe por la defensa de Torra

ERC se aparta de la defensa del escaño de diputado del presidente de la Generalitat
Los miembros del gobierno y diputados de ERC no aplauden a Torra

El Parlamento de Cataluña vive en estado de campaña electoral. Cualquier motivo es suficiente para que el independentismo muestre en público sus desavenencias. Ante un discurso de Quim Torra, los diputados de ERC se quedan sentados en sus escaños, mientras que los de JxCat aplauden y se levantan. Que el independentismo estaba fracturado era claro. Ahora, ya ha llegado la hora de la batalla por las elecciones, que todo indica que serán en primavera, después de la aprobación de los presupuestos de la Generalitat.

El presidente Torra ha aprovechado el inicio de un pleno para, de forma extraordinaria, pedir la palabra. El objetivo era claro: poner contra las cuerdas a ERC. Ha exigido que sus socios a la Generalitat pero principales adversarios electorales defendieran que sigue siendo diputado. Esto lo ha hecho después de que el secretario general de la institución, siguiendo la legalidad, hubiera comunicado a la Junta Electoral la sustitución de Torra por Maria Senserrich.

Además, Torra ha aprovechado para cargar contra el funcionario, Xavier Muro, quien ha cumplido con sus funciones. En caso contrario, Muro podría haber sido procesado por desobediencia. Todo ya está preparado para ir a elecciones. El terreno de juego ahora es el Parlament. No sólo el hemiciclo. También lo son los pasillos y el uso y abuso de la Mesa de la cámara.

Cualquier intervención pública es un acto electoral. Mientras que ERC defiende que hay que seguir con Torra inhabilitado como diputado pero haciendo de presidente, JxCat reitera que Torra "es diputado" y no acepta que el presidente del Parlament, Roger Torrent, y su partido, Esquerra, hayan aceptado la situación de hecho. Con la vista más puesta en las respectivas parroquias, la bancada de Ciudadanos llama "delincuente, delincuente" refiriéndose a Torra. Esto ha provocado la suspensión del pleno. Con más calma, cuando se ha retomado es cuando JxCat ha vuelto a pedir la paralización para que "se reconsidere una decisión que no se ha tomado". Parecía que Grouxo Marx planeaba por los pasillos del Parlamento.

Los partidos de izquierdas instan a Torra a convocar elecciones lo antes posible. En cambio, JxCat anunciaba que si Torra no vota, ninguno de los diputados de Junts tampoco lo hará. Pero cuando ha llegado el momento estrella del día, la votación a los presupuestos del Parlament, Torra no estaba presente en el hemiciclo y no pone en peligro ni a Torrent ni a los funcionarios. Por cierto, que los presupuestos rehusados habían sido elaborados por el vicepresidente Josep Costa, quien no los ha defendido ante el plenario.

Costa estaba empeñado en redactar un texto que reclama el mantenimiento de Torra como diputado. Este era el texto que se tenía que reconsiderar, pero que nunca nadie había votado. Los surrealistas no darían credito de lo que pasa estos días en el Parlament. Torra no se atreve a disolver la cámara y ERC, por su parte, no se atreve a dejar caer un gobierno a la espera de que se aprueben unos presupuestos que ha pactado con Comú-Podem y que varios sectores de JxCat no ven positivamente.

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