El consejo de ministros que se reúne este viernes en Barcelona aprobará el cambio de nombre del aeropuerto de Barcelona-El Prat, que pasará a denominarse aeropuerto Josep Tarradellas. Con este gesto, el ejecutivo que preside Pedro Sánchez esgrime el simbolismo de la figura de quien fue presidente de la Generalitat en el exilio entre 1954 y 1977 y presidente catalán provisional de 1977 a 1980.
En cambio de nombre, sin embargo, no se ha consensuado con el gobierno de la Generalitat, que aduce que a la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) del área de Barcelona dispone de una comisión dedicada al nomenclátor. Según La Vanguardia, el ejecutivo que preside Quim Torra ha aconsejado que no se hiciera el cambio de nombre.
Este diario, además, profundiza en la postura del gobierno catalán, desde donde señalan que el problema es la gestión y, en cuanto al uso del nombre de Josep Tarradellas, aseguran que no tienen nada en contra de su figura, aunque destacan que es una cuestión "de formas y de respeto" y esperan que todo haya sido "una filtración errónea" y que no se cambie la denominación del aeropuerto.
Un altavoz de esta disconformidad es el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. "La queja por el aeropuerto no era por el nombre. Era y es por la gestión. Los pides la gestión y te imponen un cambio de nombre. Los pides decidir el futuro y te imponen el 155", ha piado.
