La empresaria alemana de origen danés, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, conocida como la «amiga entrañable» de Juan Carlos I afirma que el rey emérito la usó como testaferro «no porque me quería, sino porque soy residente de Mónaco».
Corinna, en unas grabaciones que han destapado El Español y OKDIARIO y que mantuvo con la excomisario José Manuel Villarejo en 2015, afirma que el rey Juan Carlos creó cuentas en Suiza a nombre de su primo, Álvaro Orleans de Borbón.
En la conversación que Corinna y Villarejo mantuvieron en Londres, la empresaria asegura que Juan Carlos I «han puesto algunas cosas a nombre de su primo, que es Álvaro Orleans de Borbón. Las cuentas del banco en Suiza (…) las han puesto a su nombre».
Corinna también asegura que en los negocios del rey emérito estaba implicado el abogado Dante Canónica, afirmando que «montan una estructura que se llama X. Ponen una propiedad dentro de la estructura. Hacen como un contrato de venta… claro, no pueden decir que el beneficiado es el otro».
La empresaria alemana lamenta sentirse presionada cuando dice que «yo estoy viviendo una pesadilla enorme. Me están poniendo muchísima presión (…) y después dicen: esta no quiere devolverme las cosas. Pero si lo hago, es blanqueo», para añadir que «no voy a disfrutar de la propiedad porque es un cadeau empoisonné (regalo envenenado)».
El caso Nóos por el cual el yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarin, se encuentra en la prisión también sale en las grabaciones. En este contexto Corinna asegura que la Casa Real la usó para tapar la implicación del marido de la infanta Cristina al asegurar que «han dicho mejor Iñaki y Corinna, que Iñaki y Cristina. Esta era la idea». Corinna dice que al pedir ayuda a Juan Carlos, este le respondió que «the blood is thicker» (la sangre es más densa)».
En este sentido, Corinna también asegura que el máximo responsable de los servicios secretos españoles (CNI), Félix Sanz Roldán, «hizo amenazas sobre mi vida y la de mis hijos».
