La discrepancia sobre la noción de unidad es el punto candente del movimiento independentista en estos momentos, con las elecciones municipales en el horizonte. La Assemblea Nacional Catalana (ANC), en este contexto, ha emprendido en varios municipios una campaña de enganchada de carteles con los que pide: "Queremos unidad por la independencia".
La ANC, en concreto, aboga por que el independentismo presente un candidato por cada municipio, mediante la fórmula de las Primàries Catalunya, la redimensión de la iniciativa por Barcelona originalmente planteada por el filósofo y aspirante a alcalde Jordi Graupera.
La capital catalana, en particular, pone de manifiesto la disgregación independentista. Las primarias de la ANC, que totalizan más de una cincuentena de aspirantes por Barcelona (según la web de esta iniciativa), sólo tienen el apoyo de un partido: Demòcrates, la escisión indepe de Unió. También las promueve la exconsejera Clara Ponsatí.
Las otras cuatro alternativas son ERC, el PDECat, el sector puigdemontista (Crida/JxCat) y la CUP. En cuanto a ERC, ha permutado a Alfred Bosch y Ernest Maragall. El primero pasa de candidato por Barcelona a consejero de Acción Exterior, y el segundo hace el camino inverso. ERC se ha negado a integrarse en una candidatura unitaria y sólo quiere "unidad de acción" y "estratégica" con otros sectores indepes.
La exvicepresidenta de la Generalitat Neus Munté sigue siendo la alcaldable en Barcelona del PDECat, un partido condicionado por el auge del espacio político que encabeza el expresidente Carles Puigdemont, que promueve como aspirante a alcalde de Barcelona a Ferran Mascarell. Precisamente, cuando Munté ha dicho en una entrevista en el diario Ara que Mascarell "tendrá que explicar por qué a pesar de hablar de unidad se puede desmarcar de ella", el ideólogo procesista -y puigdemontista– Agustí Colomines ha replicado en Twitter: "Y eso lo dice una señora candidata de un partido que no se quiere ni sentar en una mesa para debatir".
