El vicepresidente y presidente interino de la Generalitat, Pere Aragonés, ha reiterado en una entrevista concedida este lunes a la Cadena SER que no descartan "por principio ninguna medida", tampoco el toque de queda, pero que esta posibilidad concreta "no está sobre la mesa". "Este virus nos ha enseñado que no podemos descartar nada", ha añadido días después de que la consejera de la Presidencia y portavoz del gobierno, Meritxell Budó, tampoco descartara la solicitud del estado de alarma en Cataluña en caso necesario.
Aragonés asegura que las medidas ya adoptadas permitirán aplanar la curva de incremento de los contagios de Covid-19, pero ha remarcado que "necesitamos el compromiso de los ciudadanos". "Podemos limitar actividades económicas, pero tiene que venir acompañado de un cambio de actitud por parte de la ciudadanía", ha manifestado. En cuanto al cambio de parecer del ejecutivo, que en pocos días de diferencia pasó de abrir las discotecas a cerrar bares y restaurantes, el vicepresidente catalán lo ha justificado aduciendo que "el comportamiento del coronavirus ha cambiado en muy pocos días".
Asimismo ha indicado que la destitución de Quim Torra como presidente, a raíz de una inhabilitación como culpable de un delito de desobediencia, les dificulta la lucha contra la pandemia: "Estamos tomando estas medidas con un presidente inhabilitado y un Gobierno en funciones, lo que lo hace todavía más complicado".
En cuanto a las medidas económicas para hacer frente a la crisis, el presidente interino de la Generalitat ha explicado que ha exigido al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, una moratoria o una reducción de impuestos en los establecimientos afectados por las restricciones. También ha reclamado, aduciendo la proximidad, que la gestión de los fondos europeos recaiga en la Generalitat.
