El presidente de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), una agencia de inteligencia del gobierno federal alemán dedicada a investigaciones internas del país, Hans-Georg Maassen, ha asegurado que Rusia apoyó con una campaña de desinformación a los independentistas catalanes los días previos a la consulta del 1-O.
Hans-Georg Maassen ha asegurado que en algunos países, entre los que sitúa Rusia, les interesa una Unión Europea «débil» y dividida», que tenga dificultades para desarrollar su «papel de actor global» en las relaciones internacionales.
El responsable de la BfV ha hecho estas afirmaciones este lunes en el curso del simposio organizado en Berlín por su Oficina Federal, en el que se han analizado las «amenazas híbridas«, que se centran en el intento de un Estado de influir sobre otro mediante una combinación de métodos, desde ciberataques a campañas de desinformación o sabotajes.
Pero Maasseen ha reconocido que el BfV no obtuvo esta información de fuentes directas, para añadir que le parece «muy plausible» y «razonable» que Moscú apoyara a los independentistas catalanes. Maassen ha asegurado que «para otros Estados es atractivo emplear ahora y siempre las amenazas híbridas con el objetivo de dañar los intereses europeos. Es ventajoso. Sería ingenuo pensar que estos Estados vayan a renunciar a ellas».
En el mismo contexto, el director de la inteligencia interior británica (MÍ5), Andrew Parker, también ha dicho que Rusia es un «estado hostil» y el «principal protagonista» en la ocupación de «amenazas híbridas», asegurando que ha cometido «rupturas flagrantes de las reglas internacionales» con «acciones agresivas y perniciosas de su ejército y sus servicios secretos», poniendo el ejemplo en la anexión ilegal de la península ucraniana de Crimea o los intentos de influir en las elecciones en los EE.UU. y Francia.
