La avellana catalana pasa por la que se considera «la peor crisis del sector»

Los productores no tiran la toalla pero piden una reestructuración urgente del sector como única solución viable
Avellanas
Avellanas

Este año, los productores de la avellana catalana han sufrido lo que se podría calificar de tormenta perfecta, que ha dejado los labradores que cultivan estos frutos secos en una situación crítica. Los vendavales que hubo el pasado mes de marzo, en concreto Sábado Santo, echaron a perder buena parte de los árboles, cosa que provocó que fuera muy poca la avellana que acabó de madurar.

Por si fuera poco, del 13 de agosto al 15 de septiembre las principales zonas de cultivo de Tarragona sufrieron una lluvia que terminó echando a perder, más todavía, buena parte de la avellana que había llegado a madurar. La cosa quedó en qué gran parte de las avellanas que quedaron a punto para ser cosechadas eran "pocas y podridas" según explica Roger Palau, responsable de los frutos secos de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FECAC), a EL TRIANGLE.

Cae la lira turca

Pero por si no hubiera suficiente con esto, la actual campaña de la avellana ha tenido que hacer frente a otro imponderable. El principal productor mundial de avellana es Turquía, que produce el 80% de toda la avellana que se consume en el mundo.

Este año los turcos han sufrido una situación politicoeconòmica interna que les ha llevado a una importante devaluación de su moneda, la lira turca, en relación con el dólar. Esto ha provocado que el precio de la avellana a escala mundial haya caído a mínimos históricos, puesto que los labradores turcos han vendido a precios muy bajos en el mercado internacional, a pesar de que ellos no han perdido poder adquisitivo en referencia al mercado interno turco, porque han cobrado, en lira turca, el mismo precio que han percibido en los últimos años. Viento, lluvia y caída de precios han provocado que la campaña de la avellana del 2018 en Cataluña sea de las peores en décadas.

Los datos que ha dado a EL TRIANGLE el responsable de los frutos secos de Unión de Labradores, Rafel Español, indican que este año se prevé una bajada de entre un 60 y un 65 por ciento menos de avellanas en comparación al año pasado, cosa que traerá a una cosecha de entre 3.000 o 4.000 toneladas de producto con caparazón, cuando el año pasado se cosecharon unas 10.000 toneladas. Unas cifras que quedan muy lejos de las 25.000 toneladas de avellanas con caparazón que se cosecharon y pusieron al mercado en todo el territorio catalán ahora hace unos 15 años.

'Annus horribilis'

Con este panorama, Rafel Español coincide en el hecho de que este ha sido "un año desastroso" y que el sector ha quedado "muy tocado". Un sector que ya estaba sufriendo problemas graves desde hace dos años, en que los precios de la avellana han ido bajando progresivamente.

 

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