El fuego que quema a la Ribera d'Ebre, las Garrigues y el Segrià está perimetrado y camino de la estabilización. Lo ha avanzado esta mañana a las siete y media el consejero de Interior Miquel Buch desde el centro de control del incendio situado en Vinebre.
Este sábado los Mossos volverán a acompañar a los propietarios de granjas de animales que tuvieron que ser desalojadas para poder alimentar y dar agua al ganado. La cincuentena de personas que fueron desalojadas de cortijos y masías fuera del casco urbano este jueves todavía no pueden volver hoy a casa.
Flix ha sido hasta ahora el municipio más afectado. Sólo en el término municipal de de esta población se han quemado 3.800 hectáreas.
El fuego también ha llegado al Segrià y las Garrigues. El flanco izquierdo -el que avanzaba hacia el término municipal de Flix- ya no preocupa y todos los esfuerzos, en las últimas horas, se centran al norte del flanco derecho, hacia la comarca de las Garrigues, que continuaba activo.
El Sistema de Emergencias Médicas tuvo que atender ayer viernes a 21 personas (12 bomberos que trabajan directamente en primera línea de fuego, por agotamiento físico y golpes de calor). Ninguno de ellos continúa trabajando en el incendio. Los servicios de emergencia también han atendido voluntarios, periodistas y otras personas que trabajan al dispositivo de extinción.
David Borrell, jefe del dispositivo de bomberos se ha mostrado satisfecho y optimista por la evolución del incendio. Se han conseguido los objetivos de perimetración que se habían marcado por la noche pero alerta que las altas temperaturas volverán a dificultar las tareas de control del fuego.
