Mientras media Cataluña ha abandonado ya hace años TV3, la otra mitad, la que la tiene como medio de comunicación de referencia obligada, ve como ERC y JxCat luchan para imponer su línea estratégica. Desde dentro y desde fuera de las redacciones se vive este combate con crispación y una cierta incomprensión. De momento, la batalla no tiene ni ganadores ni perdedores, y habrá que ver a favor de quién se decantará cuando se nombren los nuevos miembros de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) y del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC).
El 23 de octubre pasado, el Parlament aprobó por unanimidad la reforma de las leyes que regulan los dos organismos. Desde hace años, funcionan de manera precaria, con muchos consejeros que tienen el mandato caducado o que han abandonado el cargo. Desde que ERC y el mundo postconvergente gobiernan Cataluña, el pacto entre ellos era que una opción política nombraba el director de TV3 y la otra el jefe de informativos, y en Catalunya Ràdio se repetía la jugada pero en el orden inverso.
Así, TV3 tiene como director a Vicent Sanchis, a pesar de que el Parlament lo reprobó, que es un hombre de confianza absoluta de Carles Puigdemont, y de jefe de informativos a David Bassa, identificado con ERC. En Catalunya Ràdio es al revés. El director, Saül Gordillo, fue propuesto por ERC, mientras que el jefe de informativos, Francesc Cano, pertenece a la línea más conservadora y clerical del espacio convergente.
Varios dirigentes de ERC se han quejado, en privado, de la campaña en su contra que sufren desde algunos progamas de TV3, como Tot es mou, FAQS o Està passant. Incluso, en Els matins se elaboró un video contra Gabriel Rufián cuando empezó a defender la tesis de que había que alejarse de la vía unilateral y apostar para ampliar la base del apoyo al independentismo.
Pero, por otro lado, en Twitter abundan los mensajes que dan por hecho que TV3 está en manos de ERC. Se acusa principalmente a Sergi Sol de decidir qué tertulianos e invitados son llamados a los estudios de Sant Joan Despí. Sol, responsable del departamento de Comunicación de ERC, ha escrito un libro sobre Oriol Junqueras y ahora es asesor especial del vicepresidente del Gobierno y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès.
Uno de los difusores de esta tesis es el politólogo Ramón Cotarelo, uno de los fichajes estrella del puigdemontismo, que acusa a Sol y ERC de haberle vetado en TV3 y Catalunya Ràdio. Les ha acusado de hacer listas negras en las cuales él estaría incluido. A Mònica Terribas se ha referido en un tuit como “otra voz de su amo y activista erki”. Y de Oriol Junqueras ha llegado a decir que “es el peor y el más hipócrita enemigo de la independencia”. La guerra está servida.
