Los vecinos del Frente Marítimo se movilizan contra las discotecas

Hartos de convivir con discotecas, suciedad e inseguridad, los vecinos han dicho basta y exigen soluciones a Ada Colau
Ocio nocturno al Frente Marítimo
Ocio nocturno en el Frente Marítimo

La joya de las Olimpiadas del 92, la recuperación del Frente Marítimo de Barcelona y la apertura de los barrios hacia el mar ha acontecido una pesadilla del cual los vecinos quieren despertar. Están hartos de convivir, día si y noche también, con los altercados y los ruidos constantes de las discotecas que se multiplican como las medusas. "El colapso del barrio, todo el lío que hay, se debe de a la concentración de ocio nocturno en estas calles, a menos de 100 metros del Hospital del Mar. A nosotros se nos prometió que habría restaurantes, pero poco a poco han derivado y han acabado convirtiéndose en discotecas, con un 85% de extranjeros que no tienen ningún tipo de respeto por los vecinos", explica Manel Martínez, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Barceloneta.

Por los alrededores de esta zona de ocio de la Barceloneta es un caos: taxis, bicicletas, lateros, minibuses, limusinas, y ahora se añaden los "rickshaw", los bicitaxis, muchos de ellos ilegales. "La regidora Gala Pin, sólo nos ayudó sacando una parada de taxis, pero seguimos igual. Hace dos días hubo una batalla campal entre ellos para ganar territorio, pero esto no es el peor", relata un enfurecido Manel Martínez, añadiendo que "lo peor es que se ha convertido en un foco de venta de drogas y prostitución. Los mismos bicitaxis te ofrecen de todo lo que quieras, desde cocaína y pastillas a chicas".

Los turistas, pero también los autóctonos han encontrado en esta zona el lugar ideal por el desfase de fin de semana, "las discotecas cierran cuando se hace de día, justo el momento que pueden ir a dormir la mona a la playa y los parques", asegura Martínez, quien alerta de los destrozos a las calles de los alrededores, "soportamos meados y vomitadas en la puerta de casa, gente practicando sexo u otros que destrozan los porteros automáticos para poder dormir en los portales. Es insoportable e insostenible. Y saldremos a la calle las veces que hagan falta hasta que nos escuchen", argumenta con firmeza.

A la situación desesperada de estos vecinos el tiempo les juega en contra, "las licencias de las discotecas acaban en un par de meses y se tienen que renovar o no…" declara el vicepresidente de la AAVV Barceloneta. "Nosotros no queremos discotecas, pero ni el Parque de Investigación Biomédica, ni el Hospital del Mar, ni la escuela que hay cerca tampoco las quieren. Se podría destinar el espacio a otros usos que repercutiera en la mejora del barrio, pero para eso se tiene que tener voluntad política, y nadie la tiene", asegura.

La alcaldesa, Ada Colau, y la regidora Gala Pin se han querido colgar la medalla del cierre de las discotecas del frente marítimo pero los vecinos no se fían. "Nos dijeron que las cerrarían, pero el terreno pertenece al Ministerio de Fomento, como zona marítima pesquera, y ellos tienen un convenio con el Ayuntamiento para ceder la explotación. Nosotros hemos hablado con el ministerio y han desmentido que se hayan retirado las licencias", afirma Martínez. "Es más, los propietarios de las discotecas, que son empresarios poderosos, están negociando directamente con el ministerio sin la intermediación del ayuntamiento. En Madrid han visto el negocio, y si traspasan el patrimonial al Ministerio de Hacienda, entonces hemos bebido aceite, porque las licencias dan más dinero a ganar que hacer un espacio para rehabilitar enfermos", afirma el dirigente vecinal.

Los vecinos de la Barceloneta, organizados en un tsunami vecinal, están hartos de la nueva política y los acusan, además, de aprovecharse del trabajo ajeno, "que no nos engañen con la nueva política, que no han hecho nada, no han hecho presión para acabar con esto. Sólo venir a hacer la risita y la foto, y después a aprovecharse, por ejemplo, del mapa que le hicimos con todas las carencias y conflictos del barrio, presentándolo a los medios como si lo hubieran hecho ellos. Encima de cornudos, pagar el beber. No nos ayudan y se aprovechan de nuestro trabajo", sentencia Manel Martínez.

La Barceloneta y el Frente Marítimo quieren fuera las discotecas y los problemas que comportan y harán todas las acciones que hagan falta para llegar a sus objetivos. "Hemos mandado una carta a la Delegación de Gobierno, y depende de lo que nos digan todos juntos, pensamos poner una denuncia e ir al contencioso". El tsunami vecinal no ha hecho más que empezar a levantar las olas.

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