Los dirigentes de Iniciativa per Catalunya-Verds se han acostumbrado, en los últimos días, a recibir todo tipo de insultos a través de twitter. Se supone que sus autores son fanáticos partidarios del proceso independentista que van por libre y que los dirigentes de este proceso no pueden o no quieren controlar.
Pero a los militantes y dirigentes de ICV les ha dolido profundamente que el historiador Juan B.Culla se haya convertido en un descerebrado más y el diario El País le haya publicado un artículo despectivo e insultante hacia esta formación política, el pasado viernes 2 de septiembre. Culla se ha dedicado sistemáticamente en los últimos años a criticar a los socialistas catalanes. Se había hecho tan habitual su homilía contra todo lo que oliera a socialista que ya hace mucho tiempo que ha dejado de afectar a la moral de los receptores de sus exabruptos.
El descenso del papel socialista en Cataluña ha hecho que, últimamente, Culla la haya cogido con ICV, como pieza importante del movimiento de los Comunes que hace tambalear la hegemonía conservadora en la política catalana. La trayectoria de Culla está ligada a esta hegemonía. CDC lo ha mimado con prebendas y cargos a lo largo de su vida laboral.
En el artículo de El País -titulado ‘Un sectarismo antiguo’-, además, de’ sectarios’ acusa a los dirigentes de ICV de tener ‘estrechez de miras‘ o de ser ‘unionistas light‘. Al PSUC, partido precedente de ICV, llega a acusarle de tener «alguna conducta digna de figurar en la historia universal de la infamia«.
Cuando alguien pregunta qué aporta Culla a los artículos de opinión de El País se le responde desde la redacción que es la ‘cuota’ que compensa a otros articulistas. En ICV se preguntan, ahora, de qué ‘cuota’ hablan. Ciertos sectores de esta formación proponen hacer lo mismo que hace años que practican los socialistas: saltarse sus artículos. Algunos historiadores también lo hacen después de que Culla se apuntara en un artículo anterior a la falsa tesis de que la guerra civil española fue contra Cataluña.
