El encierro iniciado este lunes por la mañana por activistas de la Alianza contra la Pobreza Energética (APE) y de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en la sede de Endesa en Barcelona ha acabado la pasada madrugada con un desalojo sin incidentes ejecutado por los Mossos d’Esquadra.
Los ocupantes apoyaban a una familia con tres menores de Vilagrassa (Urgell) que vive en un piso ocupado de la Sareb y está negociando un alquiler social. Tienen un contrato temporal con Endesa a punto de concluir y, según denuncian, la eléctrica no se lo quiere renovar porque no son titulares de la vivienda. Su situación de vulnerabilidad es particularmente delicada porque el padre necesita conectarse a una máquina de respiración asistida para dormir.
Según el 324, Francesc Iglesies, secretario de Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, ha conseguido que la compañía se comprometa verbalmente a no cortarles la luz este miércoles. La familia y los activistas, sin embargo, querían lograr un compromiso por escrito.
