El sector de la restauración se ha manifestado este viernes en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para protestar contra el cierre de bares y restaurantes como medida para frenar los contagios de la Covid-19, decidido por el gobierno de la Generalitat y ratificado este mismo viernes por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). Centenares de personas han participado en las movilizaciones con el apoyo de las patronales Fomento del Trabajo y Pimec, y de la patronal sectorial FECASARM, así como del Gremio de Restauración de Barcelona, entre otras organizaciones.
Los manifestantes han hecho sonar cazuelas y han gritado su rechazo al cierre de los establecimientos, que agravará las pérdidas de un sector que arrastra una facturación bajo mínimos por el impacto de anteriores restricciones en la lucha contra la Covid-19. Además de "No al cierre", han gritado "No os votaremos" al gobierno de la Generalitat y algunos manifestantes han lanzado huevos contra las fachadas del palacio de la Generalitat y el Ayuntamiento, puesto que también señalan a la alcaldesa Ada Coláis, contra quien se ha gritado "Dimisión".
El sector proclama que no es el problema, sino el gobierno catalán, y que sus establecimientos son seguros. Según FECASARM, hay 35.000 negocios y 150.000 familias afectadas por el cierre decidido por el gobierno catalán. PIMEC asegura que una de cada cuatro pequeñas y medianas empresas del sector se plantea cerrar definitivamente el negocio por el impacto que esperan de las nuevas restricciones.
