Grandes pancartas que anuncian la apertura de un nuevo supermercado decoran, desde hoy, la calle dels Salvador en el barrio del Raval de Barcelona, pero no es un supermercado común. La calle dels Salvador se ha convertido en el punto caliente de la venta de droga de la ciudad.
Los narcotraficantes venden impunemente su mercancía en la calle aprovechando el confinamiento de la gente en sus pisos, como explica un vecino de la zona que pide estar en el anonimato, puesto que los mismos traficantes lo tienen amenazado. Este vecino asegura que "se han apropiado de la calle y se ponen a llamar y a vender con total impunidad. Se vende de todo, marihuana, heroína, cocaína, pastillas e incluso Shabu, que es la droga de los filipinos, pero también es un supermercado del menudeo, se venden móviles robados, carteras… de todo lo que quieras".
Los vecinos de calle dels Salvadores han visto, impotentes, como los traficantes se apoderaban no sólo de los pisos vacíos para crear narcopisos sino también de la calle aprovechando el confinamiento de la mayoría de personas y que la Guardia Urbana no pasa con la frecuencia necesaria. El mismo vecino afirma que "la sensación de violencia e inseguridad ha aumentado muchísimo", añadiendo que "la Guardia Urbana pasa muy de vez en cuando, y cuando la ven se esconden en un portal y listos. Cómo no tienen turistas a quién robar, ahora atracan a los que vienen de trabajar por los servicios mínimos, al de la basura y a los que salimos a comprar".
Los vecinos que denuncian muy activamente estos trapicheos en las redes sociales se quejan de la carencia de acción del Ayuntamiento, puesto que según nos explican, con sólo buenas palabras no se podrá arreglar nada. Estos vecinos afirman que "es muy frustrante mantener un diálogo con el consistorio porque siempre depende todo de algun otro que no son ellos. Mucho apoyo de boquella pero ninguna actuación, y la calle se degrada día a día".
Con la campaña "SuperSalva", que tira de ironía para poner luz al problema del supermercado de la droga, los vecinos reivindican una serie de medidas para hacer más habitable su propia calle. Estas medidas implican instalar cámaras de seguridad, aumentar la iluminación, intervención inmediata y actuaciones contundentes de los cuerpos de seguridad para acabar con los puntos de venta y sacar los contenedores de la calle para acabar con la insalubridad de la zona.
