La brecha digital desconecta la sociedad

La Mesa del Tercer Sector reclama que se active un bono social para poder acceder a Internet
Tener acceso en internet es un derecho fomanetal para no quedar aislado en nuestra sociedad

La crisis sociosanitaria ha puesto de manifiesto que la brecha digital se está ensanchando. Una parte importante de la población se está quedando atrás, en todos los ámbitos, por no tener acceso a Internet. Las entidades sociales reclaman que, en una sociedad tan digitalizada como el actual, el acceso a Internet se garantice como un derecho fundamental. "Significa garantizar el acceso a otros derechos fundamentales, como el derecho al trabajo, la salud, la educación o el ocio", explica Jordi Serratosa, coordinador de M4Social, el proyecto de innovación digital en el ámbito social de la Mesa del Tercer Sector.

Las entidades sociales reclaman que se ponga en marcha un bono digital, similar al de la energía, para que todo el mundo pueda tener acceso a la red, puesto que, según explica Jordi Serratosa, la brecha digital es muy sistèmica. "Hay la evidencia que existe una brecha social digital en aquellas personas en situación de vulnerabilidad, que, como un pescado que se muerde la cola, son las que lo necesitan más para salirse". Desde el tercer sector se pide la implicación de todas las administraciones para poder acortar esta distancia. "A pesar de que ya hacen muchas cosas –dice Serratosa–, todavía se tendrían que implicar más porque es un problema estructural, y no podemos permitir que haya colectivos que se queden al margen".

Ayudas sociales en peligro
Según el estudio presentado por la Fundación Ferrer y Guardia con M4Social, casi un 20% de la población adulta que ha sido atendida por entidades sociales no puede acceder a Internet cuando lo desea. Para un 40%, los costes de la conexión son un freno, pero también lo es tenerse que desplazar desde el domicilio para poder usar Internet o las habilidades digitales personales.

El estudio presentado por M4Social pone de manifiesto que el 20% de las personas atendidas por las entidades sociales no tiene un ordenador, básico para poder pedir, entre otras cosas, el ingreso mínimo vital (IMV). Según explica Jordi Serratosa, "a esta ayuda sólo se puede acceder telemáticamente y por culpa de la brecha digital tenemos un riesgo muy alto que muchos queden fuera. Un 20% lo tendría muy complicado para poder acceder a los trámites. Si las ayudas no se hacen con un acompañamiento, mucha gente puede quedar al margen".

'Centennials' sin acceso
La brecha digital no sólo afecta la población de más edad. La generación centennial, es decir, los nacidos entre 1997 y 2014, que son aquellos que ya han crecido inmersos en la era digital, también la sufren, y se ha hecho muy visible durante estos meses de confinamiento y educación en linea. "La brecha puede llegar a un 40% del alumnado de Cataluña", explica Tere Esperabé, responsable de políticas educativas de Comisiones Obreras, "por carencia de conectividad, por carencia de dispositivos para poder estudiar y de formación, tanto del alumno como de las familias, e incluso de los docentes: la brecha digital en la educación en linea es muy amplia".

Según CCOO el 28% de los niños en Cataluña sufren pobreza y se manifiesta, entre otras cosas, en la diferencia social entre los menores, pero el 12% restante, hasta el 40% que asegura CCOO que sufren brecha digital, son familias socioeconómicamente más estables pero que no tienen los aparatos necesarios o los espacios o a los padres les falta la educación digital necesaria para poder seguir la formación de sus hijos. Para Belén Tascón, presidenta de la Federación de asociaciones de padres y madres de alumnas de Cataluña (Fapac), esta brecha incide en la carencia de oportunidades que tiene que garantizar la escuela.

La Generalitat decidió apostar por la educación en linea, y como solución entregó 30.000 dispositivos electrónicos a las familias más vulnerables. "Se dieron mesitas y paquetes de datos, pero no se solucionó el problema", explica Tascón. "Mucha gente, se quedó fuera del reparto; además, hay muchos alumnos, sobre todo los más vulnerables, los que están en riesgo de exclusión, que se desconectaron antes de que se dieran las mesitas". Además, la opacidad en la distribución, sin un listado de familias, ha lanzado sombras sobre las buenas intenciones de la Generalitat. "Si no sabes que eres uno de los beneficiarios, ¿cómo puedes reclamar si no te llega la mesita? Además, si detrás del dispositivo no ha habido una mesa donde estudiar, un espacio, o no tienes las necesidades básicas cubiertas, el dispositivo no ha servido de nada, que es el que ha pasado", comenta Belén Tascón.

El 40% de las personas que no tienen un ordenador están en situación de pobreza e ingresan menos de 500 euros mensuales. Un 20% de las persones adultas afirman que no tienen un ordenador, y sólo un 30% de los menores se pueden conectar en casa para seguir las clases telemáticas. La red, tan importante en estos tiempos de distancia social, se ha convertido en un puente roto que ha ensanchado la brecha digital.

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