CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs) considera que 2026 pondrá a prueba la capacidad del mundo para afrontar una geopolítica brutal. «El trumpismo ha inaugurado una nueva era en la instrumentalización de la coerción económica y tecnológica. En el fragor de la resaca arancelaria, del intervencionismo expansionista y la transaccionalidad, asistiremos a una aceleración de la reconfiguración global de las conexiones comerciales, financieras y geopolíticas», se afirma en la introducción del informe “El mundo en 2026: diez temas que marcarán la agenda internacional”, que hizo público el CIDOB el pasado miércoles día 17.
El director del centro, Pol Morillas, la coordinadora y editora del informe, Carme Colomina, y varios miembros de su equipo de investigación, presentaron el resultado de una reflexión colectiva que prevé un 2026 en el que “se intensificará el rearme tecnológico y militar, mientras crece la sensación de cansancio ante el aumento de la disparidad económica y la desconexión la ciudadanía”.
“Desde los esfuerzos de China por proyectar estabilidad y ampliar mercados, al vasallaje trumpista de la Unión Europea, o los nuevos espacios geopolíticos del Sur Global, las relaciones internacionales se reordenan”, prevén los investigadores de CIDOB.
En este mundo en fase de reordenación, el informe detecta cuatro opciones: los oportunistas, los pragmáticos desacomplejados, los resistentes y desubicados. Los oportunistas instrumentalizarán el retorno de agendas y doctrinas imperiales; los pragmáticos desacomplejados serán capaces de encontrar acomodación o coyunturas para influir en un orden caótico; los resistentes impulsarán movimientos de protesta o espacios a contracorriente; y los desubicados carecerán de instrumentos o de liderazgo para enfrentar los cambios”.
Impunidad del intervencionismo y privatización de la paz
Entre los ganadores previsibles de 2026 estarán la impunidad del intervencionismo y la privatización de la paz. En este marco, los investigadores de CIDOB prevén que «el mundo buscará alternativas comerciales ante la incertidumbre de Trump y la competencia de China» y no descartan que se produzca un estallido de la burbuja tecnológica que se ha creado en torno a la Inteligencia Artificial.
Destacan el papel que puede jugar la generación Z en la rebelión motivada por «un profundo malestar y la sensación de vivir bajo un clima de violencia social, medioambiental y humana». Esta rebelión ya se ha vivido en 2025 en países como Nepal o Madagascar. 2026, por otra parte, «pondrá a prueba la resistencia de unas sociedades ante la incertidumbre y la erosión del bienestar».
En cuanto a las sociedades europeas, afectadas por las injerencias anunciadas por Donald Trump a favor de las opciones de extrema derecha, CIDOB afirma que “se enfrentan a un año crucial que puede suponer tanto la resistencia de su modelo como la consagración de sus límites políticos, en un contexto de desorientación estratégica y atrapadas entre fracturas internas”.
Se ve venir, pues, un año en el que no se puede ser muy optimista en lo que se refiere a la construcción de sociedades más justas y solidarias y con un reparto más justo de la riqueza y donde el combate contra la emergencia climática es una de las probables víctimas del reajuste global que anuncia el CIDOB.