Un amplio despliegue de los Mossos d’Esquadra ha empezado a las 8.20 horas de este miércoles el desalojo del antiguo instituto B9 de Badalona, a instancia del juzgado de lo contencioso administrativo número 11 de Barcelona. Los agentes se han desplegado poco antes de las siete de la mañana alrededor del espacio, pero no ha sido hasta que se ha hecho de día que ha comenzado la actuación. Los Mossos han entrado en el antiguo instituto hacia las 8.45 horas, donde habían llegado a malvivir unos 400 migrantes.
En el vial por donde se accede al antiguo instituto, entre las calles Guifré y Alfonso XII, se han concentrado una treintena de personas, que han entrelazado los brazos y han mostrado cierta resistencia cuando los policías han comenzado su actuación. En el exterior, en la plaza entre las calles Alfons XII y Marquès de Montroig, se han concentrado varias entidades y algunas de las personas que vivían en el B9 para protestar contra el desalojo. Su principal reclamación es la atención social de los desalojados.
De hecho, la orden judicial establece también que, dada la situación «de alta vulnerabilidad» de los ocupantes del inmueble, habrá que adoptar las medidas previstas en el protocolo de asistencia para personas sin techos de los servicios municipales y prestarles la atención de emergencia social. En este sentido, ya habría una cincuentena de personas con informes de vulnerabilidad emitidos por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Badalona.
Durante el desalojo, un total de 181 personas han sido identificadas y varias detenidas en aplicación de la ley de extranjería. Según han informado los Mossos, las detenciones por extranjería las han hecho desde la Policía Nacional. Además, hay un detenido porque tenía un requerimiento de detención.
Un desalojo «inhumano»
Las personas que ocupaban el antiguo instituto B9 han asegurado que el desalojo de este miércoles tiene un componente del todo «inhumano» por el hecho de dejar a centenares de personas en la calle en pleno invierno: «Quien ha planificado esto tiene un corazón muy duro», ha apostillado el portavoz del B9, Younouss Drane. De hecho, el colectivo había pedido una moratoria para poder marcharse en unos meses porque ahora «la gente puede ponerse enferma o incluso morir por las bajas temperaturas».
Drane también ha lamentado que todo esto esté orquestado por un gobierno municipal de Xavier García Albiol (PP) que, en su opinión, «busca votos» a través de insultarles y mostrarlos como «salvajes». A las seis de la tarde han convocado una concentración de rechazo ante el Ayuntamiento.
Por parte de Badalona Acull, el portavoz Carles Sagés se ha mostrado «decepcionado, pero no sorprendido» por el desenlace de la situación y ha cargado contra el PP: «Tapan su inacción con discursos de criminalización, de estigmatización y de acusación hacia unas personas que realmente intentan hacer la vida que hacemos otros badaloneses», ha afirmado. Sagés ha considerado «del todo inaceptable» que se deje a centenares de personas en la calle en pleno invierno, y ha lamentado que el desalojo se haya llevado a cabo sin alternativas habitacionales. En este sentido, la entidad pide que se destinen los esfuerzos de las administraciones a regularizar la situación administrativa de las personas que ocupaban el B9: «Es el único camino que tienen para buscar una salida y normalizar su vida».
Por su parte, la portavoz del Sindicato de la Vivienda de Badalona, Gisela Bermúdez, ha acusado «al PSC de Salvador Illa y al PP de Xavier García Albiol» de querer «expulsar» a más de 400 personas en la calle «sin ninguna alternativa» y ha destacado que es necesario un realojamiento «urgente» e «inmediato» de todos ellos. De hecho, según el sindicato, en la ciudad «existen recursos para que estas personas no duerman en la calle», además, pide a las administraciones que pongan las viviendas vacías «al servicio de la clase trabajadora».
En la misma línea, el portavoz de la Organización Juvenil Socialista de Cataluña, Mamadou Yero Seydi, ha denunciado que el desalojo se ha llevado a cabo con la «complicidad» de todos los partidos políticos. «Los están dejando en la calle en pleno invierno mientras hay 8.000 pisos vacíos en Badalona», ha apostillado Seydi, que admite que la situación de los últimos días en el B9 ha sido de «máxima tensión» por la incertidumbre que implica para las personas que lo ocupaban, ya que «no saben qué será de su vida a partir de ahora». «Siguen sin alternativa por culpa de un sistema que les ha condenado a la más absoluta miseria», ha lamentado Seydi.
Albiol saca pecho
El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, ha celebrado el desalojo del antiguo instituto B9 y ha defendido que es una actuación «contra la ilegalidad», rechazando las acusaciones de racismo: «No va contra nacionalidades ni colores de piel». El alcalde ha afirmado, sin embargo, que la situación de «inseguridad» en el B9 hacía «insostenible» la vida en el barrio, y que por eso «no los queremos en Badalona». Albiol también ha avisado de que los ocupas no podrán acceder a viviendas públicas.
Ahora, el consistorio recuperará la posesión del inmueble con previsión de derribarlo en las próximas semanas. En el futuro en el solar se quiere hacer una nueva comisaría de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra.
El Ayuntamiento de Badalona, propietario de los terrenos, reclamaba poder recuperar el inmueble desde hacía dos años. El acuerdo judicial para el desalojo ya definía al antiguo instituto como un «poblado de miseria» que vivía en una situación de «riesgo efectivo para la seguridad colectiva y la salud pública». Más allá de la conflictividad existente, la jueza señalaba también que la situación de insalubridad por la acumulación de «residuos» o las conexiones no autorizadas en las redes eléctricas representaban un riesgo «evidente».
