Al primer ministro de Polonia, Donald Tusk. Lo ha hecho aprovechando la réplica que Tusk dio a Donald Trump, que ha presentado una Estrategia de Seguridad Nacional que recoge la idea de que la inmigración comportará que Europa desaparezca. También se dice en ese documento que en Europa se vulnera la libertad de expresión y se persigue a los opositores.
Tusk subió un mensaje a X el pasado día 6 con este texto: «Estimados amigos americanos, Europa es vuestro aliado más firme, no vuestro problema. Y tenemos enemigos comunes. Al menos así ha sido en los últimos 80 años. Debemos mantenernos firmes en esto, esta es la única estrategia razonable de nuestra seguridad común. A menos que algo haya cambiado». Al día siguiente Josep Lluís Alay, jefe de la Oficina de Carles Puigdemont como ex presidente de la Generalitat, comentó el mensaje del primer ministro polaco: «Recuerda Cataluña @donaldtusk. Nunca perdonaremos lo que hiciste».
¿Qué hizo Tusk que Alay quiere que recuerde y no le perdona? Que, cuando era presidente del Consejo Europeo, exigió a Puigdemont que no proclamara la independencia de Cataluña. «Respete el orden constitucional y no anuncie nada que haga imposible el diálogo», le pidió desde una sesión del Comité de las Regiones de la Unión Europea poco antes de la sesión del Parlament en la que se proclamó la República.
Ningún dirigente europeo apoyó la independencia de Cataluña pero Alay le tiene una manía especial a Tusk. Y lo demuestra cada dos por tres.














