La consellera de Derechos Sociales, Mónica Martínez Bravo, es la miembro del Govern que más actos de fin de semana rechaza. Según ha revelado El Món en una información obtenida a través de la GAIP, entre agosto de 2024 y mayo de 2025 la consellera excusó o delegaron el 86,51% de las invitaciones recibidas para viernes, sábado y domingo. Una proporción difícil de encontrar en otras consejerías y que ha generado murmullos en Palau, en las entidades sociales e incluso entre cargos de su propio departamento.
Los registros internos detallan 109 actos desestimados de 126 convocatorias. La pauta es sólida: en el primer tramo del período, de agosto a diciembre, declinó el 88% de invitaciones; de enero a mayo, el 84,31%. La diferencia es mínima y confirma un criterio estable: la titular de Derechos Sociales prácticamente no participa en eventos de fin de semana, ni siquiera cuando los organizan entidades del tercer sector, colectivos de salud mental, fundaciones o asociaciones vecinales. Algunos dirigentes sociales admiten que, cuando convocan actos en sábado, ya asumen que «no vendrá la consellera, sino alguien de segundo nivel».
La explicación oficial del Departamento es de conciliación familiar: la familia de Martínez Bravo reside en Madrid, y ella misma ha explicado en privado que vive «a caballo entre las dos ciudades», lo que limita su disponibilidad en fines de semana.
De puertas adentro, varios cargos del Govern admiten que esta ausencia recurrente en actos públicos puede acabar debilitando el perfil político de Martínez Bravo, especialmente en una consejería que gestiona políticas sociales sensibles, donde el contacto con entidades y colectivos es clave.

