La Generalitat de Catalunya se ha manifestado en contra de las nuevas cuotas de pesca que ha anunciado la Comisión Europea, las cuales plantean un recorte del 65% de los días para la flota de arrastre.
En un comunicado, el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación ha mostrado su profunda decepción y preocupación porque considera que Bruselas «ignora el esfuerzo del sector y castiga injustamente a los pescadores por efectos del cambio climático que no pueden controlar».
En la misma línea, desde el Departamento que dirige Óscar Ordeig se considera que la propuesta europea está desconectada de la realidad científica y hace un llamamiento a la reflexión y a la revisión urgente. Asimismo, el Departamento alerta de que el futuro de la pesca está en riesgo y reclama que el Ministerio haga un frente mediterráneo para detener las medidas.
La propuesta hecha pública por Bruselas avala que si los pescadores aplican una serie de medidas compensatorias pueden salir a faenar más días, hasta 130. En cambio, la Generalitat dice que la cifra no garantiza la sostenibilidad económica de las empresas, al tiempo que «pone en riesgo centenares de puestos de trabajo y amenaza la continuidad de cofradías históricas». Además, avisa de que las compensaciones implican un «esfuerzo extraordinario» para el sector.
Un «despropósito de proporciones bíblicas»
El presidente de la Federación Nacional Catalana de Cofradías, Antoni Abad, ha tachado la propuesta de Bruselas para 2026 de «despropósito de proporciones bíblicas» y ha recordado que hace cinco años que adoptan medidas y no sabe «cuáles más se pueden inventar». Por ello, Abad también ha pedido que, primero, se analicen los efectos que han tenido, antes de exigirles que apliquen más. El presidente ha reclamado el derecho de los pescadores a trabajar, y ha alertado de que si no pueden salir 180 días al año su actividad no será viable y tendrán que dejalo.