El Ayuntamiento de Figueres ha multado a dos establecimientos por no cumplir la normativa que obliga a rotular en catalán y ha abierto expediente a doce más, que deberán adaptar la señalización. Las sanciones pueden llegar hasta los 3.000 euros. La campaña ha comenzado en el centro de la ciudad, donde se han detectado letreros solo en castellano o árabe y el consistorio ofrece asesoramiento lingüístico gratuito a través del Consorcio para la Normalización Lingüística para facilitar la traducción de los carteles.
El concejal de Lengua Catalana, Josep Maria Bernils, ha afirmado: «Encontramos establecimientos que no utilizan el catalán y eso no lo podemos tolerar en una ciudad como la nuestra». La concejala de Urbanismo, Núria Bartrolich, ha explicado que, al tramitar una licencia de apertura, se informa a los titulares de la obligación de cumplir la normativa lingüística. «Primero avisamos, pero si no se hace el cambio, el Ayuntamiento puede actuar subsidiariamente y retirar el rótulo», ha añadido.
La campaña forma parte de las primeras medidas de la nueva concejalía de Lengua Catalana, que impulsa acciones para reforzar el uso del catalán también en la atención sanitaria y en el comercio. Entre ellas hay proyectos con la Fundación Salud Empordà y la campaña Comercios aprendices, con formaciones y charlas para facilitar el uso del catalán. El Ayuntamiento también garantiza que los servicios municipales, las actividades deportivas y de ocio utilicen la lengua con naturalidad, reforzando así la identidad y la cultura catalana.















