Otro intocable que cae del pedestal. Tras una auditoría económica sobre su gestión y de numerosas quejas por su manera autoritaria y despótica de actuar, la fundación Josep Carreras, dedicada a la investigación sobre la leucemia, ha decidido prescindir de los servicios del prestigioso oncólogo Manel Esteller, que ejercía su dirección. Una investigación de las periodistas Cristina Sáez y Núria Juanico, del diario Ara, ha destapado la cara oculta de este científico, que acumula numerosos reconocimientos internacionales y tiene la Creu de Sant Jordi de la Generalitat.
Varios testigos han descrito un ambiente laboral marcado por el miedo y las represalias, con despidos injustificados y presiones constantes. Manel Esteller también ha sido acusado de apropiarse de la autoría de trabajos que hacían sus subordinados.










