La UEFA y la ECA dejan otra vez a Laporta en ridículo por la Superliga

Han anunciado los cambios en la Champions a partir de 2027 que no incorporan ni la liguilla de elite ni la emisión gratis en streaming como había ‘negociado’ Laporta y condicionado su regreso a la UEFA. Tampoco ha dejado atrás su atadura y sumisión a Florentino

Bluesky
Joan Laporta con Aleksander Ceferin y Nasser Al Khelaifi

Hoy en día es absolutamente ilusorio e imposible que Joan Laporta, o sea el Barça, regrese a la ECA como miembro activo y de peso en la asociación más importante de los clubs europeos y mucho menos que se deje caer en brazos de la UEFA y de su presidente, Aleksandre Ceferin, en un gesto que sí supondría, de hecho y definitivamente, el abandono del club azulgrana de ese lobby de dos (Real Madrid y Barça) que aún sostiene con un gasto de 4 millones por cabeza el quimérico proyecto de la Superliga.

Laporta nunca dará ese paso, no al menos en el formato y las condiciones anunciadas por él mismo a la vuelta de su resonante visita a la última reunión de la ECA, en Roma, el pasado 8 de octubre, donde lo había dispuesto todo -mediáticamente- para que el mundo entero le viera abrazarse con Al-Khelaifi, líder de la ECA y presidente del PSG. “Ayer tuvimos aquí a un invitado especial, estuvo presente el presidente del Barcelona. Un amigo de hace tiempo. A veces los amigos pueden no estar de acuerdo con nosotros, tener discrepancias, pero luego se encuentra una solución. Quiero darle las gracias por volver a esta familia”, declaró Al-Khelaifi, adelantando un movimiento que Laporta, por su parte, solamente insinuó

“Como Barcelona estamos por la pacificación del fútbol europeo, lo que queremos es que haya un acuerdo y volvamos a la UEFA. Es lo que quieren todos los clubes y en ese sentido estamos trabajando”, dijo, el presidente azulgrana fomentando la sensación, solo aparente y falsa como tantos otros embustes tan propios de su modus operandi, de que la decisión de cruzar esa línea dejando atrás a Florentino Pérez, y su locura, para recorrer con sus propios pasos el camino inverso hacia la UEFA, era firma y estaba tomada desde el momento en que aceptó viajar a Roma la cumbre de la ECA.

Pero Laporta solo revoloteó sobre el tablero, sin poner un pie en tierra realmente. Con ese movimiento su única pretensión fue darle alas a una información de Mundo Deportivo, vendida como exclusiva, según la cual “la UEFA, A22 (la compañía que representa a la Superliga) y emisarios de los clubs (FC Barcelona y Real Madrid) han mantenido negociaciones en absoluto secreto en los últimos ocho meses para intentar cerrar un acuerdo satisfactorio para todas las partes. De hecho, han acercado posturas para una evolución de la actual Champions League que contente a todos los actores y evitar así que se implemente un proyecto rupturista. En esa línea se expresó Laporta en una entrevista con Mundo Deportivo a finales de julio. Ahora, según pudo saber este diario, ya hay una propuesta final de paz de la Superliga a UEFA con dos puntos muy importantes: una plataforma global gratis de emisión por TV de los partidos y un formato que replica la actual Champions con un cambio que lo haga más espectacular”.

La ‘SuperChampios’

Tras revelar que se habían producido siete reuniones secretas de altísimo voltaje y trascendencia resumió la propuesta a punto de ser aceptada por la UEFA con sus grandes novedades para la nueva ‘SuperChampions’: “en la fase liga, los 18 primeros equipos del ranking jugarían sus 8 partidos ante rivales de ese grupo top, dando lugar a muchos partidos atractivos cada jornada

Esta SúperChampions estaría disponible en la plataforma televisiva propuesta por la Superliga, UNIFY: gratis con anuncios y Premium (de pago) sin publicidad. La competición se seguiría llamando Champions League y este nuevo formato entraría en vigor en 2027”.

Inducidos por esta revelación, tras el abrazo de Laporta con Al-Khelaifi y el tono y contenido equívoco de las declaraciones de Laporta, la prensa catalana, una vez más, se tragó el anzuelo y proclamó a Laporta como el padre y la madre juntos de esta super revolución de la Copa de Europa, el líder y hábil negociador que no solo había seducido y doblegado la resistencia de Ceferin,  de la UEFA y del resto de los grandes clubs europeos al arranque de un formato transformado en base a una liguilla de elite e imponer su emisión gratuita en streaming. También le había pasado la mano por la cara a Florentino y le había dejado, como quien dice, en la cuneta y solo aferrado como Don Quijote a Superliga imposible.

Esos mismos medios, en cambio, apenas se hicieron eco, al cabo de seis días, el 14 de octubre pasado, del anuncio de los cambios reales, oficiales y ya aprobados por todos los partes introducidos en la Champions League a partir de la temporada 2027-2028, que se estrenará con un único partido un martes por la noche con el defensor del título como local, una iniciativa que forma parte de las innovadoras licitaciones de derechos para las competiciones masculinas de clubes de la UEFA.

Los cambios los dio a conocer la UC3, compañía que engloba a UEFA y clubes y que se encarga de la explotación de sus torneos junto a su socia, Relevent Football Partners. Ambas empresas han lanzado el proceso de licitación de los derechos audiovisuales de las competiciones masculinas de clubes de la UEFA (UMCC) a partir de la temporada 2027-2028 y que han introducido varias novedades.

La más destacada, por parte de la UC3 se concentra en una licitación simultánea, la primera de este tipo, en los cinco principales mercados mediáticos de Europa (Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unidos) para los UMCC, que agrupa Champions League, Europa League, Conference League, Supercopa europea, Youth League y Champions de Fútbol Sala con la finalidad de sellar acuerdos más largos, de cuatro años, «que reflejan la evolución del mercado y se alinean con otras propiedades futbolísticas de primer nivel en toda Europa».

Su estrategia comercial introduce nuevos enfoques como un paquete global de primera elección que ofrece los derechos de un partido por jornada de la Champions League de la UEFA además de otras posibilidades en materia de patrocinio y licencias que crean una mayor alineación entre las marcas y los socios mediáticos, al tiempo que se preserva su carácter ‘premium’.

En ningún caso, y por muchos años, la Champions League cambiará su formato de competición con respecto al actual y mucho menos se ofrecerá en streaming abierto universalmente. Todo lo contrario, la nueva sociedad de explotación que integran UEFA y clubs amplia el abanico de los derechos de TV para afinarlos, personalizarlos y aumentar sus ingresos por esta vía que sigue siendo la principal fuente de negocio y de grandes beneficios para los clubs.

A efectos del mini mundo laportista en el gran concierto del fútbol europeo, lo único que parece más o menos cierto es que Laporta ha cumplido, con ese viaje a Roma y su aireado cambio de rumbo -solo de boquilla, pues fue a la cena de la ECA, no a participar en las sesiones de trabajo-, con las exigencias de Ceferin para mantener, solo por ahora, la multa por infringir el fair play económico de 60 millones restringida a un primer pago de 15 millones.

El presidente del FC Barcelona, en definitiva, no se ha salido, ni puede, a menos que pague los 300 millones de sanción de la A22, la sociedad de la Superliga, del espacio de control y de sumisión a los deseos y planes de Florentino. Ya lo dijo el propio Laporta, que las relaciones actuales con el Real Madrid “son las que son”, o sea de atadura y servidumbre. El acto de valentía de cortar de verdad con Florentino y volver a la ECA y a la UEFA, donde por ahora no pinta absolutamente nada, no se ha atrevido a darlo, solo a verbalizarlo y a escenificarlo teatral y mediáticamente. Como siempre.

(Visited 5 times, 5 visits today)

Te puede interesar

Deja un comentario