El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) ha presentado un nuevo escrito ante el Juzgado de primera instancia e instrucción 2 de Huesca en el que reitera que no existen humedades ni filtraciones en la sala donde se conservan las pinturas murales procedentes del Monasterio de Vilanova de Sijena. Por ello, esgrime que no existen las «razones de urgencia» alegadas por Aragón. El equipamiento recuerda que el objeto del proceso de ejecución judicial no es valorar la conservación de las pinturas, sino su devolución al monasterio, y califica «de extraño» y «procesalmente improcedente» que la parte aragonesa cuestione ahora su conservación.
Al mismo tiempo, subraya que desde que los frescos se encuentran en sus instalaciones han sido conservadas siguiendo «altos estándares museísticos» y con todo el rigor exigible, sin que hasta ahora se haya planteado ninguna objeción por parte del gobierno aragonés, y recuerda que si siguen existiendo es precisamente por el cuidado que ha tenido el MNAC. Al mismo tiempo, en el texto se asegura que no existe un microclima diferenciado en la estructura interna que sostiene las pinturas.
El texto presentado por el equipamiento catalán incluye varios informes técnicos elaborados por personal altamente cualificado y procedente de diferentes áreas de conocimiento del museo que desmienten las afirmaciones de la parte aragonesa. El MNAC también sostiene que no hay ningún microclima diferenciado en la estructura interna que soporta las pinturas murales, y pide al juzgado que tenga por presentado el escrito y la documentación adjunta como prueba de la inexistencia de humedades en la sala 16.
Finalmente, el MNAC vuelve a reiterar su «firme, expresa e inequívoca voluntad de acatamiento» de la sentencia dictada el 4 de julio de 2016, que obliga al museo a restituir las pinturas murales a la Sala Capitular del Monasterio de Sijena.