La ejecutiva nacional de Junts per Catalunya ha acordado este lunes por unanimidad la ruptura de las relaciones con el PSOE, una decisión que ha justificado aduciendo «incumplimientos» de los pactos firmados en 2023. Esta postura, adoptada por la cúpula del partido durante la reunión extraordinaria mantenida durante casi tres horas y media en Perpiñán, se someterá a la votación de la militancia, en una consulta que tendrá lugar esta misma semana.
En una comparecencia, el presidente de Junts, Carles Puigdemont, ha confirmado el «fracaso» del pacto con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, y ha acusado a los socialistas de haber «roto el acuerdo» por los incumplimientos. Según ha explicado, pasada la primera mitad de la legislatura, Junts ha constatado que «no hay confianza suficiente», que «no hay voluntad del PSOE para ejecutar los acuerdos políticos en tiempo y forma», y que tampoco hay «resultados suficientes que justifiquen que continuamos dando por válida la vía abierta hace dos años».
«Si la militancia de Juntos ratifica el acuerdo tomado por unanimidad, el Gobierno español no tendrá ni podrá recurrir a la mayoría de la investidura. No tendrá presupuestos «, ha advertido Puigdemont, señalando: «Podrá ocupar poltronas, pero no podrá gobernar». El líder de Junts ha responsabilizado al PSOE de la ruptura del acuerdo y ha afirmado que «no pueden decir que no estaban avisados»: «El PSOE el responsable máximo, porque es él quien tiene al alcance todas las palancas del poder, y Junts no tiene ni una. Si no las usan, la responsabilidad no es de Junts», ha asegurado.
La decisión de la formación posconvergente llega después de que el pasado miércoles, la líder de Junts en la cámara baja, Míriam Nogueras, subiera el tono contra el presidente del Gobierno español. Entonces, el partido de Puigdemont ya habló de «la hora del cambio» e instó a Sánchez a cumplir los acuerdos «o irse». Desde el Gobierno español, sin embargo, mantienen el «diálogo» y la «mano tendida» a Junts.
Los «incumplimientos» del PSOE
Durante su comparecencia, el presidente de la formación posconvergente ha acusado al PSOE de moverse solo por el «tacticismo del poder» y ha lamentado que «desde la llegada del Partido Socialista a la Generalitat, hemos retrocedido en todos los aspectos». En cuanto a la falta de resultados, Puigdemont ha recordado que Junts todavía no dispone de las balanzas fiscales ni de las cifras de ejecución presupuestaria, que tampoco se ha cumplido con la presencia de Cataluña en organismos internacionales, y que hay leyes «congeladas», como las que hacen referencia a la multirreincidencia, a las desocupaciones, y al aval para los propietarios de pisos a quienes no pagan el alquiler o sufren destrozos.
Además, ha destacado el presidente de Junts, «no han cambiado las condiciones críticas que impedían e impiden que una de las dos partes se pueda sentar en la negociación sin correr el riesgo de ser extraditado o perseguido». «Nos habíamos conjurado que con estas condiciones no se podía establecer una relación de igualdad», ha recordado Puigdemont, que pese a reconocer la dificultad y el tiempo que requieren las peticiones de Junts, ha acusado al PSOE de no hacer todo lo que está en su mano.
«Hemos hecho todo lo que tocaba para que ese acuerdo se cumpliera, pero con nosotros no bastaba. El PSOE ha considerado que sus tiempos y ritmos eran los únicos validos», ha criticado el líder de los posconvergentes, que ha reiterado que los socialistas «no han hecho caso de los avisos y señales que les hemos ido enviando». «Que quede claro que cuando Junts tuvo que elegir entre el PP y el PSOE, eligió al PSOE», ha recordado Puigdemont, que ha dicho, no obstante, que «un pacto que no se puede desarrollar en las condiciones necesarias es un pacto roto», y que Junts, «a diferencia de otros, no estamos dispuestos a ayudar a un Gobierno que no ayuda a Cataluña».
Montero confía en «superar esta situación»
La vicepresidenta primera del Gobierno español y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha ofrecido «diálogo» y «mano tendida» a Junts ante la decisión de la ejecutiva de romper con el PSOE, y se ha mostrado confiada en «superar esta situación». «Esta relación con Junts tiene siempre altos y bajos, momentos mejores y momentos de bajón, pero entre todos podremos superar esta situación», ha apuntado Montero en una entrevista en TVE.
La vicepresidenta del ejecutivo central ha evitado adelantar cuáles pueden ser las consecuencias de la decisión de la cúpula de Junts, y ha señalado que «corresponde a esta formación explicar el alcance de las decisiones que puedan adoptar hoy y hasta dónde las pueden llevar». Preguntada por si la decisión se recibe con nervios en el Gobierno español, Montero ha dicho que no y que el ejecutivo apuesta por el diálogo con todas las formaciones que permitieron la investidura de Sánchez.
«Estamos tranquilos», ha asegurado la vicepresidenta y ministra, añadiendo que en otras ocasiones han tenido que gestionar posiciones «complicadas» por parte de los socios. «Este gobierno cumple con los compromisos que adopta e, incluso, hace que otros que no somos nosotros cumplan. Creo que caminamos en la dirección correcta», ha destacado Montero, que se ha mostrado confiada en llegar a «puntos de encuentro».
Por su parte, la portavoz del PSOE, Montse Mínguez, ha dicho a Junts que «vale la pena» llegar a acuerdos con el ejecutivo español y ha defendido que «este gobierno es el mejor para Cataluña y para España». En la misma línea que Montero, Mínguez ha dicho que hay que respetar las «dinámicas internas» de todos los partidos y seguir ofreciendo «diálogo y mano tendida».
El PP se frota las manos
La dirigente popular Cuca Gamarra ha afirmado este lunes que la ruptura con el PSOE que ha anunciado Junts, y que las bases tendrán que confirmar esta semana, constata que Sánchez no tiene mayoría para seguir adelante. «Esta legislatura era y es un gran error. Cuando no tienes apoyo parlamentario, no puedes gobernar», ha remarcado en declaraciones a la prensa en Madrid.
A su juicio, la decisión de la presidenta de Extremadura, María Guardiola, anunciando un adelanto electoral por la incapacidad de aprobar unas nuevas cuentas, demuestra que cuando se bloquea la gobernabilidad debe acabar el mandato. Así, pidió a Sánchez que asuma que no puede seguir en la Moncloa.
