El comisario europeo de Vivienda, Dan Jørgensen, ha afirmado que «entiende la necesidad de actuar» ante el aumento de los pisos turísticos y la especulación inmobiliaria que presiona al mercado de alquiler convencional en ciudades como Barcelona. En una entrevista a la Agència Catalana de Notícies (ACN), Jørgensen reconoce que el alquiler de corta duración contribuye a la grave crisis de vivienda en España y defiende que el plan europeo que presentará antes de Navidad incluye «cifras enormes» de inversión para aumentar la oferta de pisos y frenar la presión sobre precios, con medidas tanto de capital público como privado.
En paralelo, la Comisión Territorial de Urbanismo del Arco Metropolitano de Barcelona ha aprobado la regulación de las viviendas de uso turístico en Calella (el Maresme). La normativa fija un máximo de 10 viviendas de uso turístico (HUT) por cada 100 habitantes e introduce licencia previa y una limitación temporal de cinco años, prorrogables por periodos iguales. Actualmente, la población cuenta con 529 HUT y podría llegar a un máximo de 2.000, con el objetivo de preservar vivienda para residencia habitual y evitar que el alquiler convencional se dispare, como alertó el Ayuntamiento.
Jørgensen señala que la regulación del alquiler temporal es clave para equilibrar oferta y demanda y evitar que grandes inversores compren pisos solo para especular. «Está bien ganar dinero en el mercado de la vivienda, pero no puede ser a costa del bien público», defiende. Tanto la propuesta europea como las medidas locales en Calella buscan garantizar un acceso más justo a la vivienda y limitar los efectos negativos del turismo sobre el parque residencial permanente.
