La portavoz de Junts, Mònica Sales, ha alertado este jueves al PSC de que tendrá que afrontar «consecuencias» si vota en contra de las propuestas relativas a la «letra y espíritu» del acuerdo de Bruselas entre Junts y PSOE, que permitió la investidura de Pedro Sánchez.
En particular, Sales ha reprochado al PSC que ha votado en el Parlamento de Cataluña en contra varias cuestiones de aquel acuerdo, de la mano de PP y Vox. «O salen de la lógica bloqueadora o ya basta. Solo les pedimos que no lo bloqueen», ha manifestado. «Están avisados de hace días y lo saben perfectamente», ha insistido.
«Toque» por la vivienda
También durante el debate de política general, el portavoz de los Comunes, David Cid, ha querido dar un «toque de atención» al gobierno de Salvador Illa, pero en materia de vivienda: ha anunciado que su grupo no votará a favor de las propuestas socialistas en este ámbito.
Cid ha afirmado que el apoyo de su formación a los próximos presupuestos depende de lo que haga el gobierno de Illa sobre vivienda. «Queremos decirles que no van lo suficientemente deprisa y que no van lo suficientemente al fondo«, ha criticado.
Presión por la financiación
Por su parte, la portavoz de ERC, Ester Capella, ha presionado al ejecutivo catalán con el nuevo modelo de financiación y ha alertado a Illa de que Cataluña «no puede esperar más», y que no pida paciencia. La representante republicana ha dicho que, tras un año de gobierno del PSC, Cataluña espera respuestas sobre el modelo de financiación, sobre cómo reforzar el estado del bienestar y sobre cómo resolver el conflicto político. «No queremos privilegios, queremos lo que nos corresponde y no aceptaremos recibir menos de lo que nos toca», ha manifestado la exconsejera.
Intento de reprobación
El PP también ha acusado de inacción al gobierno de Illa, y ha destacado que han presentado una propuesta de resolución para reprobarlo porque creen que se merece «un toque de atención». «El gobierno se ha inventado un nuevo lema, el de Cataluña está en marcha, pero Cataluña va hacia abajo y sin frenos», ha lamentado el portavoz popular en la cámara, Juan Fernández.
«Identidad» y «orden»
En cuanto a las formaciones de ultraderecha, Vox ha señalado que el «gran problema» de Cataluña es la «inmigración masiva y descontrolada». «El avance del islamismo pone en peligro nuestra identidad. Decimos un no radical al islamismo. No es racismo, es sentido común», ha proclamado Joan Garriga.
Aliança Catalana, por voz de Sílvia Orriols, ha pedido a los otros grupos parlamentarios que «no se escondan detrás de ningún cordón sanitario para eludir su responsabilidad», y ha asegurado que su partido votará las propuestas con «sentido común y orden sin mirar quién las formula». Por otro lado, ha avanzado que votará en contra de negociar un referéndum de autodeterminación porque considera que el referéndum ya se ha ganado, en referencia al 1-O.
