El pleno del Congreso de los Diputados ha convalidado finalmente este miércoles por la tarde el decreto del Gobierno de España para el embargo de armas a Israel. El texto ha salido adelante gracias a los 178 votos a favor de PSOE, Sumar, ERC, Junts, PNV, Bildu, Podemos, BNG y CC. PP y Vox han sumado 169 votos en contra y el representante de UPN se ha abstenido.
El documento, según el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, supone un «embargo total» que se aplicará con «todo el rigor». «Ningún material controlado fabricado en España se venderá en Israel, y ningún material controlado fabricado en Israel podrá venderse en España, ni siquiera pasando por otros estados miembros», ha asegurado el titular de Economía este martes sobre el que ha presentado como un decreto «de máximos». Sin embargo, buena parte de los socios de la mayoría de la investidura de Sánchez creen que se queda corto.
El apoyo de Podemos
Podemos había anunciado horas antes de que sus cuatro diputados finalmente votaban a favor de la convalidación del decreto de embargo de armas en Israel, pese a expresar una firme oposición al texto hasta ahora. Esta decisión, precedida por la presión del activismo propalestino, ha proporcionado los apoyos necesarios para que el decreto prosperara.
«Podemos no será la excusa del PSOE para no hacer nada y para seguir manteniendo las relaciones militares con Israel. Tal y como hacemos desde noviembre de 2023, nos dejaremos la piel en las calles y en las instituciones para que España rompa todas sus relaciones militares, económicas, tecnológicas, culturales o deportivas con los genocidas», ha comunicado la formación encabezada por Ione Belarra.
El partido morado ha añadido que, «independientemente» del sentido de su voto sobre el decreto, la diferencia con los demás partidos es que Podemos no miente sobre «la naturaleza» de lo que se vota.
Podemos, en cualquier caso, ha insistido en que la propuesta es incompleta y no termina con la compra y venta de armas ni con el tráfico de material militar con destino a Israel, sino que se trata de un «colador por el que se filtra la complicidad de España con los genocidas».
