Los Bomberos de la Generalitat han tenido que activarse quince veces desde el inicio de la temporada de setas, a principios de septiembre, para localizar personas desorientadas en el bosque. Según el oficial responsable de los GRAE, Francesc Martínez, solo el jueves pasado ya atendieron cinco casos, lo que confirma una afluencia «masiva» de recolectores de setas. El último episodio trágico es el de un hombre de 83 años hallado muerto en Abella de la Conca (Pallars Jussà) tras dos días de búsqueda.
Martínez ha señalado que el perfil más habitual es el de personas mayores que conocen la montaña pero que, por motivos físicos, acaban desorientándose. En este contexto, ha remarcado la importancia de llevar siempre el teléfono móvil cargado, porque permite dar instrucciones y geolocalizar al afectado. Otras recomendaciones básicas son consultar las previsiones meteorológicas, llevar ropa de abrigo y comida y evitar salir solo. También es habitual, explica, que algunas personas no recuerden con precisión el lugar donde han ido a cosechar setas, ya que a menudo se trata de «zonas secretas» compartidas solo entre grupos.
El aumento de rescates ha obligado a reforzar los equipos de montaña y unidades caninas de los Bomberos, que cada vez reciben más avisos relacionados con actividades al aire libre. Martínez recuerda que salir a la montaña requiere objetivos «adecuados al nivel y las habilidades de cada uno» e insiste en que, ante cualquier impedimento, «siempre es mejor aplazar la actividad».














