Los desplazamientos en autobús y metro en el área de Barcelona ahorran la emisión de 1,6 toneladas de CO2 diarias, cantidad que equivale a lo que generarían 1,7 millones de turismos haciendo trayectos similares, según Transports Metropolitans de Barcelona (TMB).
Esta gestora pública ha calculado el ahorro a partir de las validaciones de pasajeros de 2024, que subieron hasta los 684 millones. Si este número de usuarios hubiera optado por el transporte privado, tomando como referencia un turismo diésel medio, se habrían emitido 430.000 toneladas de CO2.
Coincidiendo con el Día Mundial sin Coches, TMB ha estrenado una nueva función en su web y su aplicación que muestra las emisiones de CO2 de cada trayecto en transporte público en comparación con un vehículo privado. Esta herramienta pretende concienciar a los usuarios sobre el impacto ambiental positivo que tiene escoger el transporte público.
La teniente de alcalde de Barcelona Laia Bonet, presidenta de TMB, ha subrayado la importancia del transporte público para la sostenibilidad de la capital catalana y ha animado a la ciudadanía a utilizarlo para avanzar hacia una movilidad más sostenible.
Una de las líneas de acción de TMB para reducir las emisiones es la descarbonización progresiva de su flota de buses. A finales de 2024, el 25% de la flota ya estaba compuesta por vehículos de cero emisiones, incluyendo buses de hidrógeno y eléctricos, y la previsión es que esta cifra siga aumentando gracias a nuevas licitaciones para adquirir más vehículos eléctricos.
