Los asientos VIP de Laporta no serán competencia para el ‘balconing’

La nueva e improvisada gama de localidades a pie de campo y el peligroso e incierto formato de subasta puede llegar a costar entre cinco y siete veces más con el mismo trato y servicio premium y bastante peor visibilidad que las de Segona Graderia

Bluesky
Joan Laporta - Foto: FC Barcelona

El espinoso y cansino asunto de los 475 asientos VIP de Joan Laporta empieza a sobresalir como una prioridad por encima del interés social de los propietarios del club y de cualquier otro horizonte patrimonial, incluso para la prensa del régimen que le dedica espacios preferentes y un interés tan sospechoso como el propio presidente.

Por ejemplo, antes del Gamper y en la previa del primer partido de este domingo ante el Valencia, la única de las muchas incógnitas sobre el reparto del aforo revelada desde el minuto uno fue que la totalidad de los asientos VIP, cuya comercialización para los próximos 30 años se ha vendido a dos empresas, Forta Advisors Limited, de Qatar, y New Era Visionary Group, con sede en Emiratos Árabes, estarían operativos y que, de hecho, ya se estaban subastando y adquiriendo a 1.500 € a las pocas horas de anunciarse oficialmente la sede del primer partido en casa del equipo de Hansi Flick.

Sin duda un éxito que, por desgracia, no beneficiará al club, sino a las dos empresas que se han hecho con la gestión de esas localidades presuntamente privilegiadas. El Barça las vende a un precio fijo y, por lo que se está viendo en estos primeros pasos del regreso al Spotify, muy por debajo de sus posibilidades de explotación.

Un negocio redondo de 1500 euros

Si el precio de salida son 500 € por partido y se están comprando a 1.500 €, es decir, con un 300% de incremento, en un cálculo rápido sobre los ingresos procedentes de este activo (475 localidades) supondría un beneficio de 475.000 € por jornada y de más de 10 millones por temporada y una proyección de 300 millones por los 30 años de explotación. Un negocio redondo para Forta Advisors Limited y New Era Visionary Group. En principio.

La cuestión es si la propia directiva y sus medios han de desgañitarse promocionando las bondades y el atractivo de esos asientos de primera fila que llevan asociados un recibimiento de alfombra roja y un catering generoso, no específicamente gourmet, teniendo garantizados asientos contiguos, acceso a sala VIP exclusiva y una ubicación privilegiada, en ningún caso párquing ni traslados, dos factores atractivos y puede que absolutamente imprescindible a cambio de un desembolso de esta magnitud.

Lo cierto es que una fila por encima de estos sillones, eso sí de mejor calidad material y comodidad superior que el resto, la visibilidad es casi idéntica por menos de 80 €, pudiéndose ahorrar el carísimo servicio de bar explotado por Aramark si uno se lleva el bocadillo de casa.

Lo mismo pasará en el Spotify llegado el momento, siendo discutible que por estar más cerca de los futbolistas, la visibilidad de las filas más bajas sea la idónea para una visión panorámica del partido. Desde más arriba -ideal a la altura del palco- la perspectiva mejora extraordinariamente, motivo por el cual se comercializan los asientos de balconing, las localidades de la primera fila del anillo de la Segona Graderia como producto premium y VIP bajo distintas denominaciones, entre las que figuran los Balcony Seats y los VIP Ring Seats. Los precios para la temporada 2025-26 oscilan entre aproximadamente 5.500 € y 9.000 € por temporada para los asientos VIP del anillo, con acceso a zonas de hospitality y servicios exclusivos. El club, según han informado fuentes próximas, ya ha vendido una gran parte (más del 60%) de estas plazas premium.

El cálculo concluye, pues, que el precio por partido aproximado para una temporada, con un mínimo prácticamente asegurado de 26 (19 de Liga, 4 de Champions y 3 de Copa del Rey), oscilará entre los 211 € y los 346 €, nada que ver con la barbaridad de los 1.500 € alcanzados en el estreno en casa esta temporada en el Johan Cruyff de las localidades “más cercanas al terreno de juego” y los 1.150 € de las “más cercanas a los banquillos”, de las que seguía habiendo disponibilidad el domingo por la mañana en un ritmo de compra bajo que además se vio frenado por la baja anunciada de Lamine Yamal. No parece justificado que pueda costar entre cinco y siete veces más que las de segona graderia con una percepción visual del partido excepcional e insuperable.

Parece que desde la propia directiva se haya fomentado una especie de competencia interna sumamente peligros y en este caso desproporcionada entre las zonas altas de hospitality, con sus palcos y servicios particulares y reservados a grupos, y la oferta premium individual como los de balconing o los asientos VIP improvisados a finales de 2024 para la inscripción igualmente fallida de Dani Olmo.

La novedad, reforzada con esa campaña en la que los propios medios han participado de forma gratuita, se limita a esos 475 asientos VIP cuyo margen de beneficio, más allá de su precio original indeterminado, de 100 millones por 30 años de explotación, es para de terceros y no para el club ni mejora la facturación prevista de cara al ajuste de cuentas anual con Goldman Sachs que, por cierto, también pellizca fuerte y dolorosamente por este ingreso.

¿Tienen un gran futuro esta gama de sillas a subasta en cada partido? Habrá que ver, si la directiva o sus propietarios en el alcance de sus atribuciones no cambian el formato de venta a un abono anual, cómo se encaja que, por ejemplo, en un partido ante el Levante la demanda sea muy baja, sobre todo cuando los usuarios entiendan y perciban que lo que han pagado por un asiento VIP no guarda proporción con las sillas de balconing, sobre todo en cuanto a la visión del partido tan baja y servicios idénticos de catering y salas VIP de los que cuestan mucho menos.

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