CCOO y UGT han reivindicado a las puertas del Congreso de los Diputados que la lucha por la reducción de la jornada laboral continúa a pesar del bloqueo parlamentario. «Esta guerra acaba de empezar«, ha asegurado el secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, que ha denunciado el «secuestro de la voluntad popular de los españoles» por parte de «las tres derechas». Los sindicatos defienden las 37,5 horas semanales como paso previo hacia el objetivo final: la jornada de 32 horas.
Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha calificado de «muy poca calidad democrática» lo que ha pasado en el Congreso, pero ha advertido de que la estrategia de la derecha y la extrema derecha «no servirá de nada», porque la ley tendrá que volver a la cámara baja. Sordo ha subrayado que antes será necesario que el Gobierno de España regule el control horario, ya que actualmente se hacen «2,5 millones de horas extra a la semana que ni se pagan ni se cotizan».
Los sindicatos han respondido así a la postura de las patronales, que reclaman que la reducción de jornada se negocie dentro de los convenios colectivos. Según Sordo, a pesar de la importancia de esta herramienta en las últimas décadas, hay «sectores más precarios donde la jornada laboral sigue siendo superior a las 37,5 horas». Por este motivo, ha remarcado que es necesaria una ley que garantice la reducción horaria y proteja especialmente a los colectivos más vulnerables.