Unió de Pagesos (UP) ha intensificado este 2025 su oposición a los grandes parques solares que afectan a suelo agrícola fértil. El sindicato ha presentado 22 alegaciones en el primer semestre del año, que suman 380 hectáreas de tierras afectadas, y ya acumula 232 alegaciones y 55 recursos desde la entrada en vigor del decreto que regula las renovables.
En paralelo, ha llevado a los tribunales 17 proyectos en cuatro años, cuatro de ellos este mismo 2025, situados en Sant Martí de Tous, Calders y Alcarràs.
La defensa del suelo agrario
UP sostiene que muchos expedientes se tramitan sin cumplir la Ley de espacios agrarios de 2019, que obliga a hacer un análisis de afectaciones agrarias antes de autorizar ningún proyecto.
El sindicato denuncia que, a pesar de la falta de estos informes, la administración ha dado luz verde a plantas que ocupan tierras de regadío y cultivos productivos.
También recuerda que el Decreto Ley 16/2019 fija un límite de ocupación del suelo agrario —el 10% en secano y el 5% en regadío— que en municipios como Sallent podría superarse ampliamente.
Uno de los frentes abiertos es el parque solar de Matacan Solar, en Sant Martí de Tous y Jorba, con 44 megawatts de potencia y autorizado a pesar de las alegaciones. En Alcarràs, en El Segrià, hay dos proyectos de casi 50 megawatts cada uno sobre suelo de regadío, y en Calders, en el Moianès, otro parque de 21 megawatts. UP alerta de que, si la justicia anula las autorizaciones, la Generalitat podría tener que afrontar indemnizaciones millonarias que ya se estiman en más de 365 millones de euros.
«No son trabas, es hacer cumplir la ley»
El sindicato insiste en que no rechaza las renovables, pero sí el modelo de despliegue que concentra macroparques en zonas agrícolas sin planificación. Reclama priorizar tejados, polígonos y suelos degradados antes que las huertas y los campos.
José Carlos Vicente lo resume así: «No se trata de poner trabas, sino de hacer cumplir la ley. La tierra es la base de nuestra alimentación; si la cubrimos de placas, ¿quién hará el pan?».
Un futuro incierto
Unió de Pagesos también denuncia la ausencia de un Plan Agrario Sectorial de Energías Renovables que establezca con claridad dónde se pueden ubicar los proyectos. La falta de este instrumento mantiene vivo el conflicto mientras el Govern, este julio, retiraba al Parlamento el decreto que pretendía agilizar trámites y declarar de interés público superior algunos proyectos. El fracaso de la norma ha añadido incertidumbre a un sector que arrastra retraso: Cataluña solo ha alcanzado un 20% del objetivo renovable fijado para 2030.
En este escenario, los campesinos se han convertido en un actor central. Con alegaciones, recursos y contenciosos, quieren dejar claro que la transición energética no puede hacerse a costa de la soberanía alimentaria y que la tierra, más que nunca, es motivo de disputa entre el futuro energético y el presente agrícola del país.