El Gobierno de la Generalitat de Catalunya ha aprobado un decreto ley que da «plena autonomía» a la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) en materia de personal, con el fin de adaptar el organismo a los «nuevos requerimientos» derivados del desarrollo de la hacienda catalana y el nuevo sistema de financiación singular. Según ha explicado la portavoz del ejecutivo catalán y consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, la norma adapta la estructura interna, el funcionamiento y el ordenamiento para que estén «a punto» para la nueva financiación.
Entre las novedades destacan el establecimiento del contrato programa como instrumento de gobernanza, el cual establecerá las líneas estratégicas, los objetivos, los indicadores de seguimiento, los recursos financieros asignados y las actividades que la ATC deberá desarrollar. Además, se crearán dos nuevos cuerpos tributarios con perfiles profesionales concretos ajustados a las necesidades: el Cuerpo de Agentes Tributarios y el Cuerpo Superior de Informática Tributaria. El objetivo es que la ATC disponga de las herramientas necesarias para ejercer de forma «eficaz y eficiente» las nuevas competencias que tendrá.
«De manera progresiva, realista, con los tiempos que sean necesarios, la Agencia debe ir asumiendo estas competencias de gestión, de recaudación de impuestos y en especial del IRPF», ha indicado Paneque. El decreto que ha aprobado el Consejo Ejecutivo es fruto del acuerdo del Govern con ERC para que la ATC recaude en el futuro todos los impuestos de Cataluña, y dará al organismo autonomía en materia de personal, para la negociación colectiva de las condiciones de trabajo del personal y también en cuanto al diseño de su estructura organizativa.















