La muerte de un temporero en Alcarràs (Lleida) en plena ola de calor ha reabierto el debate sobre la situación de estos trabajadores. La CUP ha pedido más inspecciones laborales y atención sanitaria en el campo, mientras que Comuns ha reclamado al Gobierno catalán «políticas y medidas estructurales» para hacer frente a las olas de calor. Por su parte, la organización Fruta con Justicia Social ha exigido paralizar la cosecha en aquellas empresas que «no protejan a sus trabajadores ante las altas temperaturas».
La diputada cupera Pilar Castillejo ha propuesto que los Centros de Atención Primaria (CAP) alarguen sus horarios cuando haya olas de calor en época de cosecha, con el fin de poder atender a los trabajadores y crear unidades que se desplacen hasta las explotaciones. También ha reclamado crear un sistema «de denuncia rápida» para que los temporeros puedan alertar cuando no se cumplen las medidas laborales de protección.
«Lo que vemos es un sistema y una administración que no está adaptada», ha afirmado. Respecto a la muerte del temporero, Castillejo ha apuntado que «es una persona que ha fallecido abandonada» y ha denunciado las «condiciones de trabajo lamentables» que sufre buena parte del colectivo de temporeros.
«La Generalitat permite esta agroindustria que lo único que busca es producir para exportar, no para que nos podamos alimentar al país, y en ningún momento cuida a los trabajadores ni al medio ambiente», ha afirmado la diputada de la CUP. «Es necesario que la Generalitat haga un cambio en este modelo productivo», ha añadido.
Por parte de Comuns, la coordinadora de la formación, Candela López, ha recordado que las altas temperaturas afectan de manera más significativa «a una clase social determinada» y que hay que garantizar los derechos laborales y el cumplimiento de los mismos por parte de los de empresarios. «Hacen falta políticas públicas activas para garantizar que los trabajadores conozcan sus derechos laborales y para evitar que vayan a trabajar en días en los que ponen en riesgo su vida», ha argumentado.
De hecho, la dirigente de Comuns ha asegurado que no solo el Gobierno catalán debe desarrollar estas políticas, sino que los ayuntamientos también deben actuar. Por ello, ha subrayado la necesidad de que haya una red consolidada de refugios climáticos en los municipios catalanes que garantice el acceso a sombras durante los episodios de altas temperaturas.
Falta de medidas preventivas
Fruta con Justicia Social ha considerado «inexplicable» que se obligue a trabajar a personas con temperaturas superiores a los 40 grados y ha pedido a la patronal Afrucat que «no se esconda y asuma responsabilidades por la falta de medidas preventivas generalizadas en el sector». «Este caso no es un accidente aislado, sino la punta del iceberg de un sistema que maltrata y explota a las personas trabajadoras temporeras», ha afirmado la organización.
Además de pedir paralizar la cosecha en aquellas empresas que «no protejan a sus trabajadores ante las altas temperaturas», la entidad social exige también a la Inspección de Trabajo que refuerce con urgencia las actuaciones y actúe con contundencia para garantizar que «ninguna empresa ponga en riesgo la vida de las personas trabajadoras».