El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado la puesta en marcha de un plan de choque de intervención en Sant Antoni para garantizar la convivencia en el barrio que incluye medidas de limpieza, de refuerzo de la seguridad y en el ámbito social. El objetivo del plan es dar respuesta a las inquietudes expresadas por entidades vecinales y comerciales del barrio, motivo por el que el consistorio, junto con la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra, trabajará directamente con las entidades más representativas del barrio: SOM Sant Antoni, Sant Antoni Comerç SAC, la Asociación de Vecinos de Sant Antoni, el Mercat de Sant Antoni y la ONG De Veí a Veí.
La intervención tendrá especial incidencia en los entornos del mercado, la superilla y la ronda Sant Antoni y, además de abordar situaciones relacionadas con la limpieza, la seguridad ciudadana, conductas incívicas o conflictos en el espacio público, también se ocupará de otras más complejas vinculadas a la vulnerabilidad, como el consumo de sustancias o personas pernoctando en la vía pública. Así pues, se prevé un refuerzo del dispositivo de la Guardia Urbana en el barrio en coordinación con los Mossos d’Esquadra y, por otro lado, con respecto a la superilla de Sant Antoni, se prevé retirar o reubicar entre un 20 y un 30% del mobiliario existente aprovechando las obras de la red de agua freática, que empiezan esta semana.
La retirada de elementos de mobiliario para hacer la zanja de la freática se coordinará con una limpieza con agua en la zona. Además, los equipos de limpieza tienen previsto un refuerzo en el barrio, incorporando desde primera hora de esta mañana un nuevo equipo de limpieza que repasará, mañana y tarde, los alrededores de los contenedores para evitar el desbordamiento y la acumulación de basura. Este nuevo equipo hará los repasos de limpieza en los alrededores de cada ubicación de contenedores entre cuatro y seis veces al día.
En cuanto al ámbito social, desde el Servicio de Atención Social al Sinhogarismo en el Espacio Público (SASSEP) se seguirá con el trabajo de contacto y vinculación con las personas que pernoctan en la zona. Los profesionales educadores de la Agencia Pública de Salud realizan rutas diarias para contactar con consumidores de drogas y trabajar con ellos proponiendo que vayan a consumir a los espacios de reducción de daños de alguno de los Centros de Atención y Seguimiento (CAS) de drogodependencias.
En coordinación con el Consorcio Sanitario de Barcelona, se prevé abordar de manera conjunta el consumo problemático de sustancias mediante la colaboración entre los profesionales de los CAS y los dispositivos asistenciales ubicados en el CAP Manso, incluidos los equipos de atención primaria y el Centro de Urgencias de Atención Primaria (CUAP).
En cuanto a problemas de convivencia en el espacio público, se trabajará para abordar diferentes dinámicas identificadas por el Servicio de Gestión de Conflictos, con foco principal en la ronda Sant Antoni, donde se ha detectado actividad de venta ambulante, el mercado de vendedores nocturno frente a las Escuelas Pías, y las quejas por niños jugando a la pelota y las molestias que generan los chutes.
El concejal del distrito del Eixample, Jordi Valls, ha destacado que el plan quiere «construir comunidad» y mejorar la convivencia en el barrio de Sant Antoni, un reto que ha admitido que «no será fácil» y que implicará trabajo a «largo plazo». Valls ha dicho que Sant Antoni es «un barrio vivo», «potente» y «fantástico» y ha puesto en valor su comercio y vecinos.
